Abbas Korkuri fue condenado a la horca por matar a siete personas con un arma de fuego en la ciudad de Ize, en el sur del país, en noviembre, crímenes por los que estaba acusado de “guerra contra dios” y “corrupción en la Tierra”, informó este viernes Mizan, agencia del Poder Judicial.
Mizan explicó que Korkuri “aceptó la acusación” y confesó que llevó a cabo los crímenes “influenciado” por la propaganda “del ciberespacio”.
Una de las muertes por la que ha sido condenado es la del niño de 10 años Kian Pirfalak, cuyo deceso estremeció al país.
La familia del niño, sin embargo, acusó a las fuerzas de seguridad de su muerte.
La condena no es definitiva y se puede apelar en el Tribunal Supremo.
La muerte de Amini provocó unas protestas sin precedentes contra la República Islámica, protagonizadas por jóvenes y mujeres que al grito de “mujer, vida, libertad” pedían el fin de la teocracia iraní.
Las protestas casi han desaparecido tras una fuerte represión estatal que ha causado cerca de 500 muertos y en las que han sido ahorcados cuatro manifestantes, uno de ellos en público.
La Unión Europea, Estados Unidos y Reino Unido, entre otros, han denunciado la represión estatal en Irán y en especial las ejecuciones de presos condenados en juicios definidos como "farsas" por organizaciones de derechos humanos.