El agente que descubrió la sustancia usó su espectroscopio contra la superficie del conejo de color chocolate y la máquina le advirtió de que había detectado MDMA, otro nombre que recibe el éxtasis.
Los tres conejos, fabricados a partir de un bloque puro de la sustancia, pesaban unos 1,8 kilos en total y estaban destinados a convertirse en pastillas.
La portavoz, que aseguró que los conejos falsos se destruirían, cifró en seis toneladas la droga incautada en el aeropuerto de Bruselas sólo el año pasado.
Esta misma semana, los agentes del aeropuerto bruselense sospecharon de una fiambrera de Peppa Pig que pesaba más de lo esperable y encontraron dentro ketamina, usada en medicina por sus propiedades sedantes pero también como droga recreativa y que es una de las sustancias ilegales que más habitualmente se incautan en el principal aeropuerto de Bélgica.