“Siempre he pensado que Latinoamérica tiene un potencial enorme, pero a veces las políticas no son continuas, lo que crea un avance a trompicones, y eso tiene efectos adversos sobre el clima de inversión y (genera) proyecciones de crecimiento más bajas”, aseguró el número dos del Banco Mundial en una entrevista con EFE.
Este mismo martes, el Banco Mundial proyectó que la región crecerá un 1,4 % en 2023. Aunque la cifra es una décima superior que la prevista en su anterior informe sobre el continente, el crecimiento sigue estando por debajo de las expectativas del organismo.
El responsable para América Latina del banco de desarrollo, William Maloney, explicó entonces a EFE que las ganancias no serán suficientes para reducir de manera significativa la pobreza en el continente, uno de sus mayores desafíos.
En este sentido, Van Trotsenburg hizo hincapié en el caso de Argentina, cuya elevada inflación (del 102,5 % en febrero) es "el peor enemigo de los pobres".
El economista defendió el trabajo del Banco Mundial en el país, donde ha puesto en marcha un programa de inversiones "muy robusto" que se centra, principalmente, en esos desafíos a largo plazo, como el desarrollo de servicios y de infraestructuras o la mejora de las condiciones laborales.
En concreto, explicó que se han implementado programas por valor de 2.000 millones de dólares que se están ejecutando de manera satisfactoria, y aseguró que la colaboración con las autoridades ha sido excelente.
“Estas inversiones (que van desde la mejora de los sistemas de ferrocarriles a la expansión del acceso al agua potable) van a dar un muy buen resultado para la población”, defendió.