La nueva medida, destinada a proteger el sector agrícola local de los productos ucranianos que están liberados de aranceles en la Unión Europea (UE) principalmente para facilitar su exportación a otras regiones, ha entrado en vigor de manera inmediata.
El Ministerio de Agricultura ha precisado que el trigo y otros productos procedentes del país invadido por Rusia cumplen los estándares de calidad, pero que su irrupción en el mercado eslovaco ha causado problemas en el sector, por lo que se ha pedido a todos los agentes agrícolas que informen sobre la presencia de estos granos en el mercado nacional, ya que en principio solo deberían pasar por el territorio eslovaco en tránsito hacia otros destinos.
Varios países de la región afrontan desafíos similares y tanto Polonia como Bulgaria han dicho que pedirán a la Comisión Europea que tome cartas en el asunto, volviendo a aplicar medidas proteccionistas, como cuotas de importación, aranceles y controles de calidad.
Por el contrario, España, que es uno de los principales compradores del trigo de Ucrania, considera "imperativo" permitir la importación de cereales de la nación atacada, tanto por razones solidarias como de seguridad alimentaria pese al impacto negativo que su entrada en el mercado europeo pueda causar a algunos países.
"Teniendo en cuenta que Ucrania es el principal abastecedor de alimentos de más de 50 países de todo el mundo, es imperativo dar salida a la producción ucraniana", a pesar de que eso pueda tener cierto impacto negativo en algunos países, dijo a EFE el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, la semana pasada en Varsovia.