Donald Trump, el acusado
Aunque todavía no han sido revelados los cargos contra el expresidente, varias fuentes han apuntado que podría ser una treintena, todos ellos relacionados con el supuesto pago irregular de 130.000 dólares a Daniels.
Esta entrega de dinero se llevó a cabo varias semanas antes de las elecciones presidenciales de 2016, supuestamente para evitar que su publicidad pudiera poner en peligro las aspiraciones de Trump de llegar a la Casa Blanca.
Asimismo, la Fiscalía alega que el dinero provenía de los fondos destinados a la campaña electoral, extremo que niega la defensa del empresario, que asegura que el pago se realizó con dinero propio.
Trump reconoció en 2018 haber desembolsado ese dinero para pagar a la actriz, pero insistió en que no provenía de su maquinaria electoral, sino de su chequera personal.
“No venían de la campaña. Procedían de mí. De hecho, lo primero que pregunté fue si procedían de la campaña (pues) eso podría haber sido un poco turbio”, declaró entonces.
Sin embargo, el hecho de que el pago se produjera para evitar un impacto político en la elección, lo podría convertir en gasto de campaña.
Donald Trump y Stormy Daniels, la estrella porno
Stormy Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, nació en Baton Rouge (Luisana) en marzo de 1979 y muchos la consideran la horma del zapato de Trump, que ha sabido tratarlo con su mismo engreimiento, sarcasmo e insolencia.
Daniels, que tiene una larga carrera de actriz en el mundo del porno a sus espaldas, asegura haber mantenido una breve relación sexual con Trump durante una excursión de golf en 2006, cuando el expresidente ya estaba casado con Melania, que quiso explotar económicamente, primero en 2011 y más tarde en 2016.
Cuando en 2016, Daniels buscaba un medio al que vender su exclusiva, el entonces abogado de Donald Trump Michael Cohen, le hizo entrega de los 130.000 dólares a cambio de mantener en secreto su historia.
Sin embargo, su relación salió a la luz en 2018 y, desde entonces, Daniels ha mantenido una continua lucha dialéctica y legal con Trump y ha intentado sacar provecho de ello, publicando un libro, vendiendo artículos de promoción o lanzando una gira por todo el país bautizada como “Make America Horny Again”, que podría traducirse como “Haz que América vuelva a ponerse caliente”.
Michael Cohen, el abogado matón que se volvió contra su amo
Michael Cohen, que en 2017 llegó a afirmar en una entrevista a Vanity Fair que era “el tipo que recibiría una bala por el presidente”, se declaró un año después culpable ante un juez federal de haber violado normas sobre financiación de campañas electorales a “petición del candidato presidencial”, es decir Donald Trump.
Además, reconoció haber gestionado antes de los comicios presidenciales dos pagos, uno de 130.000 para Daniels y otro de 150.000 a la modelo de Playboy Karen McDougal, también para evitar que aireara una supuesta relación con Trump.
Apodado el “pitbull” del magnate, Cohen estuvo vinculado a Trump desde 2007, cuando entró en la Organización Trump, y con el tiempo se convirtió en su asesor legal personal, puesto en el que su compromiso excedía las prácticas que normalmente se esperarían de un abogado.
“Si haces algo mal (contra Trump), voy a ir a por ti: te cogeré del cuello y no te dejaré ir hasta que haya terminado”, llegó a decir en una entrevista con el canal ABC.
Alvin Bragg, el primer fiscal que sienta a un expresidente en el banquillo
Alvin Bragg, de raza negra y del Partido Demócrata, comenzó su ejercicio como fiscal de Nueva York el 1 de enero de 2022, tras la conclusión de su predecesor, Cyrus Vance, que también ganó notoriedad por investigar a Trump.
En noviembre de 2022, se supo que Bragg, que había trabajado en la Fiscalía federal, había reactivado una investigación sobre el papel del expresidente Trump en el pago a Daniels, un caso que su antecesor había desestimado.
Desde que Trump adelantara el mes pasado que su imputación era cuestión de días, Bragg ha recibido todo tipo de amenazas, incluido un sobre con polvos blancos enviado a las oficinas de la Fiscalía, y que posteriormente se supo que no eran peligrosos.
Asimismo, ha sido el blanco de agresiones verbales y de insultos de simpatizantes de Trump y del propio empresario, que, tras conocerse que la imputación era efectiva, la criticó en su plataforma Truth Social.
“Solo han traído esta acusación falsa, corrupta y desgraciada contra mí porque yo estoy con el Pueblo Americano -escribió-, ¡y saben que no puedo tener un juicio justo en Nueva York”, escribió Trump, que no ha dudado en calificar de corrupta a la Fiscalía de Nueva York.