Bertrand Pancher, presidente del grupo Libertad, Independientes, Ultramar y Territorios (LIOT), que reúne a una veintena de diputados centristas y regionalistas, pidió a Borne "suspender" la aplicación de la reforma para "calmar la situación", según declaró a la prensa a su salida de una entrevista en el Palacio de Matignon, sede del Gobierno.
Pancher añadió que demandaron a Borne lanzar "una auténtica negociación" con los sindicatos, así como la convocatoria de "una gran conferencia social" y, si el Ejecutivo no retira su reforma, "hemos reiterado la petición de un referéndum".
Por su parte, el senador de centroderecha Hervé Marseille (UDI), que fue el primero en reunirse con Borne, recalcó a la prensa al salir de la reunión que la primera ministra tiene "un afán de diálogo".
Por ello, Marseille dijo que recomendó a Borne "romper el hielo" con los sindicatos, especialmente con el reformista CFDT, de cara a la negociación de la futura ley del trabajo y otras medidas.
Borne, comenzó este lunes una serie de consultas con los presidentes de varios grupos parlamentarios de la Asamblea para tratar de avanzar en otras cuestiones de la agenda parlamentaria.
Mañana continuará sus encuentros, aunque tres grupos (los de La Francia Insumisa, el comunistas y el ecologista) han avanzado que no acudirán y el socialista ha dicho que acudirá solo para tratar la crisis causada por la reforma de las pensiones y no otros temas.
Y el miércoles la primera ministra ha convocado a los principales sindicatos, que han avanzado que se presentarán en Matignon para pedir que se congele la aplicación de la reforma de las pensiones mientras se discuten otras alternativas.
Borne dijo el viernes que eso no era posible, pero hoy se mostró dispuesta a tratar "todos los temas" en la reunión con los sindicatos, incluso a pesar de los "puntos de desacuerdo".
"Hay muchos temas que podemos tratar junto", insistió la primera ministra en unas breves declaraciones al margen de un acto oficial.