"Creemos que estos recortes no son recomendables en este momento dada la incertidumbre del mercado y lo hemos dejado claro", manifestó en declaraciones a EFE un portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, encargado de política exterior.
Pese a percibir el recorte de manera negativa, el portavoz dijo que Estados Unidos seguirá trabajando con "todos los productores y consumidores" para que los mercados energéticos apoyen el crecimiento económico.
Este domingo, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Irak y Omán anunciaron que, a partir de mayo, retirarán algo más de un millón de barriles diarios (mbd) del mercado, una reducción que se sumará al recorte de 2 mbd vigente desde hace cinco meses.
Poco después, Rusia también anunció que ampliará hasta finales de año la reducción voluntaria de la producción de 500.000 barriles de crudo diarios que ya había extendido una vez hasta junio.
Esos anuncios se produjeron en la víspera de que un comité de la alianza petrolera OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, evalúe en una teleconferencia si la situación actual del mercado justifica un reajuste de su oferta conjunta de crudo.
La reducción de la oferta ha sorprendido en unos mercados donde la mayoría de los analistas habían dicho que no esperaban que la OPEP+ fuera a modificar en estos momentos los niveles de las extracciones.
Anteriores recortes de la producción de crudo provocaron un aumento en los precios de la gasolina en EE.UU., que alcanzaron máximos históricos el año pasado y obligaron al presidente estadounidense, Joe Biden, a liberar millones de barriles de petróleo de sus reservas estratégicas.