El funcionario de la ONU presentó un informe de su oficina sobre el trato a prisioneros de guerra en la actual invasión de Ucrania, en el que denuncia hechos como la ejecución de al menos 50 ucranianos capturados por las fuerzas rusas en Olenivka, en julio del pasado año.
Al menos 15 de las ejecuciones por parte de los rusos que denuncia el informe se produjeron instantes después de la captura de los soldados, y 11 de esas muertes fueron perpetradas por el Grupo Wagner, la fuerza mercenaria rusa que participa en la guerra.
Al mismo tiempo, la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos “ha documentado la ejecución sumaria de prisioneros de guerra rusos por parte de las fuerzas armadas ucranianas fuera de combate, inmediatamente después de su captura”, señaló el alto comisionado austríaco.
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El informe de la oficina ha determinado al menos 25 de estas ejecuciones de prisioneros de guerra rusos por parte de las fuerzas de Ucrania.
El informe recoge los testimonios de 432 prisioneros de guerra entrevistados por la ONU (229 rusos y 203 ucranianos) y concluye que un 90 % de los ucranianos y casi la mitad de los rusos dijeron haber recibido torturas o maltratos durante su detención.
En el caso de los prisioneros de guerra ucranianos, Türk denunció la práctica de las “palizas de bienvenida” a los arrestados al llegar a los centros de detención, y señaló que al menos cinco soldados de Ucrania fallecieron a consecuencia de heridas sufridas por torturas o de las malas condiciones de sus internamientos.
Entre los métodos de tortura y maltrato que recoge el informe en ambos bandos figuran desde apaleamientos a disparos y apuñalamientos en las extremidades, electrocuciones, amenazas de violencia sexual o de muerte y ejecuciones fingidas para atemorizar al detenido.
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El alto comisionado recordó que según las leyes de derecho internacional “está prohibido asesinar o causar heridas deliberadamente a un adversario que se ha rendido y no puede seguir luchando”.
Türk matizó que en la investigación sobre el trato a prisioneros de guerra Ucrania dio a su oficina amplio acceso a los centros de detención, algo que no ocurrió en el caso de Rusia.
Por ello, los prisioneros de guerra ucranianos sólo pudieron dar su testimonio una vez liberados, indicó el alto comisionado, quien señaló que a consecuencia de las diferentes condiciones de investigación la situación de los detenidos de uno y otro bando “no puede compararse”.
Prisioneros de guerra aparte, Türk incidió en que al menos 8.400 civiles en Ucrania han muerto y 14.000 han resultado heridos en 13 meses de una guerra donde “las violaciones de los derechos humanos y de las leyes internacionales se han vuelto una terrible rutina”.
El alto comisionado documentó en este sentido al menos 621 casos de desapariciones forzadas por parte de los invasores rusos en zonas ocupadas de Ucrania y 91 por parte de las fuerzas de seguridad ucranianas.
También denunció 109 casos de violencia sexual a detenidos por parte de captores rusos y 24 perpetrados por fuerzas ucranianas.
Türk denunció asimismo las deportaciones forzadas de civiles ucranianos, incluyendo niños, que según recordó violan la Cuarta Convención de Ginebra, “que prohíbe transferencias a la fuerza desde un territorio ocupado”.