La existencia de este nuevo kit, formado por un reloj de oro blanco y diamantes de la marca Rolex, una pluma de la marca Chopard, unos gemelos, un anillo y un rosario islámico, se conoce en vísperas del regreso de Bolsonaro a Brasil, previsto para el jueves, tras pasar tres meses en Estados Unidos.
La información fue publicada por el diario ‘Estado de Sao Paulo’ y confirmada por los abogados del exmandatario, que en una nota afirmaron que “los bienes fueron debidamente registrados, catalogados e incluidos en el acervo” de la Presidencia “conforme a la legislación en vigor”.
Según el diario, Bolsonaro recibió personalmente ese conjunto de joyas, valorado en al menos 500.000 reales (100.000 dólares), durante su viaje oficial por países de Oriente Medio en 2019, primer año de su mandato (2019-2022).
De acuerdo con el periódico, cuando regresó a Brasil, el entonces jefe de Estado incorporó el regalo a su acervo privado y antes de abandonar el poder se lo llevó y lo guardó en un depósito. La defensa del expresidente reiteró este martes que “cualquier obsequio está disponible para presentación y depósito” en instancias públicas, “en caso de ser necesario”.
En 2021, las autoridades saudíes regalaron a Bolsonaro y a su esposa, Michelle, otros dos paquetes de valiosas joyas que fueron entregadas a una comitiva encabezada por el entonces ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque.
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Jair Bolsonaro y los paquetes de joyas
Uno de esos paquetes, valorado en 3,2 millones de dólares, fue aprehendido por el Fisco en el aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo, tras hallarlo en la mochila de un asesor que integraba la delegación y observar que no fue declarado.
Bolsonaro intentó diversas veces, a través de emisarios, liberar esos obsequios en diamantes antes de finalizar su mandato, pero no tuvo éxito.
El segundo paquete de joyas, compuesto por un reloj, una pluma, un anillo y unos gemelos, valorado en unos 75.000 dólares, sí consiguió ingresar en territorio brasileño y llegar a las manos de Bolsonaro, que lo derivó igualmente a su acervo privado.
La Policía Federal investiga ahora si la entrada de esos objetos de lujo se produjo de forma irregular y si Bolsonaro pudo haber cometido un delito de malversación.
Asimismo, el Tribunal de Cuentas, órgano que fiscaliza el Estado brasileño, ordenó a Bolsonaro, que negó cualquier ilegalidad, entregar ese segundo kit a una agencia de un banco público de Brasilia, lo que se materializó el pasado viernes.
Según ‘O Globo’, la Fiscalía debe ahora solicitar la devolución del polémico tercer paquete de joyas, pues, de acuerdo con el entendimiento del Tribunal de Cuentas, todas ellas deberían integrar el patrimonio del Estado y no estar en poder de Bolsonaro.
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