El proyecto "Spei Satelles" que fue presentado hoy por el Vaticano, comenzará el 10 de junio desde la base de lanzamiento de Vandenberg, en California (EE.UU.), cuando será lanzado un nano-satélite de tipo CubeSat, construido por el politécnico de Turín (noroeste de Italia) y operado por la Agencia Espacial Italiana y que será puesto en órbita para llevar un "mensaje de esperanza y paz" del papa Francisco.
En el satélite está almacenado un nano-libro digital producido por el Consejo Nacional de Investigación que consiste en una lámina de silicio de 2x2x0,2 milimetros en la que, con el uso de nanotecnologías, se han impreso las imágenes, los discursos y las lecturas que el 27 de marzo de 2020, que en plena pandemia, recitó Francisco en aquel impactante momento de oración bajo una incesante lluvia.
Una vez puesto en órbita heliosincrónica, "Spei Satelles" transmitirá una señal de radio perceptible incluso con aparatos de radioaficionado que difundirá "los mensajes de esperanza del magisterio del papa".
"Esa oración se ha convertido en un icono de esperanza que continúa su camino y sigue llamando a la acción a los habitantes del planeta", destacaron los promotores de esta iniciativa sin precedentes durante su presentación.
El miércoles 29 de mayo, al final de la audiencia general, el pontífice bendecirá el satélite y el nanolibro antes de su traslado para los últimos controles técnicos previos al lanzamiento.
"El satélite se pondrá en órbita terrestre baja a una altitud aproximada de 525 kilómetros y seguirá una órbita sincrónica solar que combina altura e inclinación de tal modo que el CubeSat sobrevolará siempre un mismo punto de la superficie terrestre a la misma hora solar local", según los organizadores.
“Un unicum en la historia de la exploración espacial y en la vida de la Iglesia Católica”, añadieron.
En 2021, un año después del evento, las fotos y textos de aquel “Statio Orbis”, o momento extraordinario de oración, se depositaron también en un nano libro en el banco mundial de semillas, en el Svalbard Seed Vault en Noruega, como “semillas de esperanza”.