“Su declaración de ayer (jueves) y cualquier intervención de su parte en (el) proceso (de adopción de la reforma) es ilegal” , afirmó la consejera jurídica del gobierno, Gali Baharav-Miara, en una carta dirigida a Netanyahu y publicada por el ministerio de Justicia.
Benjamin Netanyahu se comprometió el jueves por la noche a “poner fin a la división en el seno del pueblo” , tras casi tres meses de protestas masivas contra el proyecto de reforma de la justicia, que está siendo examinado en el Parlamento.
La reforma busca incrementar el poder de los parlamentarios sobre el de los magistrados. Según sus detractores, pone en peligro el carácter democrático del Estado.
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Netanyahu, que hasta ahora había mantenido un perfil bajo sobre este tema, anunció que iba a hacer avanzar la reforma, pero que haría todo lo posible para “alcanzar una solución” aceptable, tanto para los partidarios como para los críticos del proyecto.
“Debe evitar cualquier implicación en los cambios en el sistema judicial y especialmente en el proceso de nombramiento de los jueces ya que esto lo pone en una situación de conflicto de intereses”, advirtió Baharav-Miara.
En mayo de 2020, el Tribunal Supremo falló que un primer ministro inculpado no tenía derecho a actuar en un ámbito en el que podía haber conflicto de intereses.
El comunicado de ministerio de Justicia recuerda que Baharav-Miara ya había escrito a Netanyahu en febrero para advertirlo, conforme a este fallo, sobre cualquier implicación en el proceso de reforma del sistema judicial.