Es cierto que la guerra no forma parte del orden del día de esta cita, que volverá a reunir de forma presencial a los líderes iberoamericanos después de la pandemia de la covid-19, y en la que, por parte española, asistirán el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Sin embargo, la evolución del conflicto bélico y sus repercusiones en todo el mundo, especialmente las que afectan a América Latina, estarán presentes, tanto en algunas de las intervenciones públicas como en las reuniones bilaterales que puedan mantener los participantes en la cumbre.
Desde el Gobierno español se resalta que América Latina ha tenido posiciones muy cercanas a la Unión Europea (UE) en diversas votaciones en la Asamblea General de la ONU sobre el conflicto.
Pero eso no es óbice para que Sánchez pueda aprovechar la ocasión para explicar cómo está afrontando la UE el conflicto y no dar alas a que la narrativa rusa pueda calar en la región.
Las sesiones de la cumbre se concentrarán en la jornada del sábado, aunque hoy habrá un acto inaugural y una cena oficial previos, a los que asistirán el rey de España y Sánchez, que también se entrevistarán de manera bilateral con varios mandatarios.
LATINOAMÉRICA Y LA UE, MÁS UNIDAS
El lema de la cumbre es "Juntos por una Iberoamérica justa y sostenible", y a ello el Gobierno español añade el empeño en lograr una Iberoamérica que refuerce su papel estratégico al abordar retos globales.
Un deseo que fuentes del Ejecutivo ligan con su intención de aumentar los lazos entre la región y la UE, y que será uno de los objetivos de la presidencia europea que España ejercerá en el segundo semestre de este año.
Uno de los hitos de esa presidencia es la cumbre de líderes de la Unión Europea y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que España ha impulsado y se celebrará en julio en Bruselas.
El encuentro de Santo Domingo servirá, por tanto, para preparar esa convocatoria CELAC-UE, y a ello contribuirá la presencia, por vez primera, del Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, el español Josep Borrell.
En una entrevista con EFE, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, recalcó que una de las prioridades de España será fijar un marco de relaciones políticas, comerciales y financieras que deje "unidas para siempre" a Europa y Latinoamérica como los aliados naturales que son.
La intervención de Sánchez en la cumbre tendrá, entre los hilos argumentales, la necesidad de fortalecer esa relación entre las dos regiones, y de ello hablará también en el almuerzo que compartirán los líderes iberoamericanos a puerta cerrada.
POBREZA E INFLACIÓN
El Gobierno considera que una de las prioridades de América Latina es la lucha contra la pobreza, después de que ésta haya aumentado en la región tras la pandemia.
La guerra de Ucrania también está impactando en Latinoamérica al sufrir efectos derivados de la crisis alimentaria o el alza de los precios de los fertilizantes.
A ello, según el análisis del Gobierno español, se une una cierta fragilidad e inestabilidad, como se evidencia en la situación sociopolítica de Perú; el intento de una turba de miles de bolsonaristas de tomar en enero las sedes de los tres poderes del Estado en Brasil, los problemas migratorios y la lucha contra el narcotráfico.
Son desafíos en un contexto internacional cambiante, en el que España quiere desempeñar un papel relevante para que América Latina refuerce su voz en el mundo.