El pleno del parlamento comenzó hacia las 16.20 hora local, un debate que se prolongará durante varias horas, ya que en él participarán los integrantes de las diferentes bancadas, los acusados y luego se dará una votación final de la acusación del delito de rebelión y, alternativamente, de conspiración.
Además, los legisladores también deberá votar por el posible desafuero de Chávez y Sánchez, quienes son congresistas de izquierda, para que puedan ser investigados por la Fiscalía y, eventualmente, procesados por la Justicia.
La acusación, presentada por la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales tras recibir un pedido de la Fiscalía de la Nación, fue aprobada el pasado 14 de marzo por la Comisión Permanente del Congreso y sus detalles fueron encargados de ser expuestos a los legisladores Wilson Soto y Lady Camones.
Durante la sesión de la semana pasada de la Comisión Permanente, los abogados de Chávez presentaron una carta en la que la ex primera ministra pide al Parlamento que apruebe la acusación en su contra para poder acreditar su “absoluta inocencia” respecto a los hechos investigados por la Fiscalía.
Sánchez, por su parte, aseguró que nunca tuvo conocimiento del discurso de Castillo, en el que anunció el cierre del Parlamento, que instalaría un Gobierno de emergencia e intervendría en la Judicatura.
Huerta afirmó, a su turno, que él no era del entorno de confianza de Castillo y que ese día acudió al despacho presidencial para informarle sobre las medidas de seguridad que se iban a tomar por una manifestación de protesta convocada para esa jornada.
El exministro del Interior agregó que Castillo sabía que si le pedía cerrar el Congreso, “no hubiera aceptado” y señaló que tanto la ex primera ministra como su antecesor Aníbal Torres conocían el mensaje de Castillo y dijo que él no tiene “por qué defender a nadie”, pues “no se merecen” su lealtad ni su respeto.