La nueva legislación, que elimina partes de la llamada Ley de Desconexión impulsada hace 18 años, implicará que se permita la entrada de colonos israelíes en la zona de los asentamientos de Homesh, Sa-Nur, Ganim y Kadim, los únicos cuatro en Cisjordania que el viejo Gobierno del entonces primer ministro Ariel Sharon evacuó.
Este paso, que se aprobó por 31 votos a favor ante 18 en contra, se valida un día después de que Israel reafirmara su compromiso de frenar de forma temporal la construcción y expansión de colonias en territorio palestino ocupado, en una reunión con cargos palestinos mediada por Jordania, Egipto y EE.UU. en la urbe egipcia de Sharm al Sheij, donde trataron formas de calmar tensiones en la región.
El retorno a estas colonias de Cisjordania ha sido una de las principales reivindicaciones del movimiento pro-colonización israelí en los últimos años, que ya intentó establecerse de nuevo en Homesh, donde se alzó también una escuela de estudio judío (Yeshivá).
Críticos y opositores a la ley advierten que esta se usará como palanca para profundizar la anexión de facto de Cisjordania, así como para seguir con la expansión de colonias y la legalización de asentamientos no regularizados por las autoridades israelíes.
Estos son parte clave de la agenda política de una parcela de la derecha y extrema derecha israelí. Las fuerzas ultraderechistas tienen ahora una representación de fuerte peso en la coalición gubernamental de Benjamín Netanyahu, la más derechista en la historia del país.
Todo ello se produce en un contexto en que el Gobierno demócrata de Joe Biden en Estados Unidos se opone a la expansión colonial israelí, y mientras la Autoridad Nacional Palestina (ANP) -con poder limitado en áreas reducidas de Cisjordania- advierte que estos pasos aumentan aún más el repunte de tensión ya vigente sobre el terreno.
La región está inmersa en una nueva escalada de violencia en el marco del conflicto palestino-israelí que este 2023 se ha saldado ya con la muerte de 86 palestinos y 15 israelís. Es el arranque de año más mortífero que se registra desde el 2000.
A ello se añade el inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán, que se espera que dé comienzo mañana o el jueves, en lo que se prevé que sean unas semanas sensibles en que las fricciones entre palestinos e israelíes podrían intensificarse aún más en lugares como Jerusalén.
Israel se hizo con el control de Jerusalén Este y Cisjordania en 1967, y desde entonces mantiene una ocupación y colonización sobre estos territorios que son de las más largas de la historia reciente.