Con este acuerdo, las acciones de Credit Suisse han sido valoradas en 0,76 francos suizos, un 40 % de su precio de cierre del pasado viernes en la Bolsa de Valores de Zúrich.
Según este arreglo, cada accionista de Credit Suisse recibirá por cada 22,48 de sus acciones una de UBS.
En una conferencia de prensa con las autoridades federales y los presidentes de UBS y Credit Suisse, el presidente del Banco Nacional de Suiza, Thomas Jordan, dijo que inevitablemente los accionistas del segundo “perderán”, pero que hubiese sido mucho peor si el banco se hundía y que “esta es la perspectiva que hay que tener en cuenta”.
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El presidente de UBS, Colm Kellenher, señaló que esta operación creará una entidad gestora de fortunas con 5 billones de dólares en activos totales invertidos y otros valores, lo que convertirá a su entidad en el líder indiscutible del mercado financiero helvético.
Garantizó que su entidad se mantendrá "sólida como una roca" tras esta fusión, tras confirmar que su capitalización se mantiene muy por encima del objetivo del 13 % y que cumplirá con su política de repartición de dividendos en efectivo.
El ejecutivo indicó que él será el presidente y que el actual consejero delegado de UBS, Ralph Harmers, tendrá esta misma responsabilidad en la entidad fusionada.
Por su parte, el presidente de Credit Suisse, Axel Lehman, subrayó que esta operación es "la mejor salida posible" tras las "circunstancias extraordinarias y sin precedentes" que ha vivido la entidad, hundida por una crisis de confianza.
“Ha sido una época extremadamente difícil para Credit Suisse, y si bien la plantilla ha trabajado sin descanso para solucionar muchos problemas pasados y ejecutar una nueva estrategia, nos hemos visto forzados a llegar a una solución que tenga resultados duraderos”, admitió.