"Serán semanas y un tiempo difícil para los empleados. Intentaremos que este periodo de incertidumbre sea tan corto como sea posible", declaró el presidente de UBS, Colm Kellenher, en una conferencia de prensa con miembros del Gobierno suizo.
Ninguno de los oradores hizo una estimación del número de trabajadores que perderán su empleo como consecuencia de esta medida.
Kellenher aseguró que tras esta transacción su banco permanecerá "sólido como una roca" y que su estrategia en esta nueva etapa será la de "hacer crecer nuestro capital".
Entre los detalles que ofreció, Kellenher dijo que se reducirá el tamaño de la unidad de banca de inversión de Credit Suisse, que ha sido la que más problemas le ha dado en los últimos años y la que estuvo involucrada en varios escándalos que mancharon su reputación.
Esa banca de inversión "no representará más del 25 % de los activos del banco", dijo el presidente de UBS.
Más adelante, indicó que el Credit Suisse First Boston, la banca de inversión del banco absorbido en Estados Unidos, seguirá operando.
"Estamos comprometidos a hacer de esta operación un gran éxito", aseguró el ejecutivo.