Los grupos criminales, ligados al narcotráfico, comenzaron ayer martes una serie de ataques con incendios y disparos contra oficinas públicas, comercios y vehículos, informaron las autoridades.
Pese al fortalecimiento de la seguridad, los ataques se repitieron este miércoles en al menos seis urbes, entre ellas Natal, la capital del estado.
El ministro de Seguridad Pública, Flavio Dino, detalló que fueron enviados “220 policías (federales) para auxiliar a las fuerzas del estado”, y que ese número podrá ampliarse “hasta la cantidad que se considere necesaria”.
Imágenes difundidas por medios locales mostraron autobuses, camiones y otros automóviles en llamas, y patrullas policiales con orificios de balas.
En medio de los ataques, una persona murió en un enfrentamiento con la policía y dos resultaron heridos, según el sitio de noticias g1.
Hasta el momento, 28 personas fueron detenidas, de acuerdo con un balance de la policía militar publicado por g1.
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Control de prisiones
Las autoridades de Río Grande do Norte indicaron que trabajan con la hipótesis de que los ataques son una respuesta de grupos criminales ante un supuesto endurecimiento de las medidas de control en las prisiones del estado.
La violencia es “una reacción del llamado crimen organizado a las medidas firmes y asertivas que el gobierno de Rio Grande do Norte ha adoptado en el control del sistema de prisiones para enfrentar la criminalidad y la violencia”, dijo la gobernadora Fatima Bezerra.
También se especula que los ataques pueden estar vinculados a una reciente operación policial en la que se decomisaron armas y drogas.