“No queremos escondernos detrás de una serie de errores humanos. Si las obras de instalación del sistema de control remoto se hubieran completado, este accidente no hubiera sucedido”, señaló el primer ministro de Grecia durante un Consejo de Ministros.
Con todo, Mitsotakis, en el poder desde 2019, aseguró que los problemas de seguridad en la red férrea son también culpa de Ejecutivos anteriores, una acusación ante la que ha respondido el partido izquierdista Syriza, que lideró el anterior Gobierno.
“Mitsotakis debe entender que no se convirtió en primer ministro anteayer, sino que ha estado gobernando durante los últimos cuatro años”, fue la respuesta de Popi Tsapanidu, portavoz del partido.
Mientras, los trenes siguen paralizados en todo el país durante el noveno día de huelga de los trabajadores ferroviarios, que mantendrán el paro mañana.
Mitsotakis señaló que los ferrocarriles deben empezar a circular “lo más pronto posible” con medidas de seguridad adicionales y dos jefes de estación, en lugar de uno, en cada turno.
También se comprometió a que las obras de modernización de la vía férrea griega se concluyan hasta finales de este verano.
En ese sentido, señaló que se ha puesto en contacto con el director general de la multinacional francesa Alshtom, con la que el Estado griego firmó en 2014 un contrato para mejorar la señalización en el tramo Atenas-Salónica, donde se produjo el accidente.
La obra debería haberse concluido en 2016 y algunos medios griegos aseguran que el contrato está siendo investigado por la Fiscalía europa, ya que está financiado al 85 % con fondos comunitarios.
Más de 40.000 personas, según la Policía, y hasta 60.000, según algunos medios, se manifestaron ayer en el centro de Atenas, en protesta contra el Gobierno conservador.
Aunque el primer ministro señaló que los jóvenes – que de forma masiva acudieron a la protesta – “tienen toda la razón” de estar enfadados, dijo que no se puede permitir que "la ira se convierta en una nueva división para el país”.
El accidente y la oleada de indignación que ha desatado se produce a pocas semanas de la fecha que se preveía para las próximas elecciones legislativas, el 9 de abril, aunque, según los medios griegos, el Gobierno están estudiando aplazarla a mayo.
Hasta ahora el único imputado por el siniestro es el jefe de estación de Larisa, la localidad donde se produjo el siniestro, y que ha reconocido ante la Fiscalía que puso al tren de pasajeros en la misma vía que un convoy de mercancías que venía en sentido contrario.