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En un acto celebrado del Palacio del Planalto en el que ha participado la representación femenina de su gabinete, Lula da Silva ha señalado que “habrá mucha gente” que no quiere pagar mismos salarios a hombres y mujeres, pero es ahí donde tiene que intervenir la Justicia.
“Cuando aceptamos que una mujer gane menos que un hombre por la misma función, estamos perpetuando una violencia histórica”, ha dicho Lula, quien ha asegurado que si solo dependiese de su Gobierno las políticas feministas se pondrían ya en marcha “con un simple decreto presidencial”.
“El respeto a la mujeres es un valor innegociable en todas las esferas del Ejecutivo Federal. Tenemos once mujeres al frente de ministerios, pero todos y cada uno de los integrantes de este gobierno es corresponsable de las políticas y acciones dirigidas hacia las mujeres brasileñas”, ha subrayado Lula.
Igualdad salarial
La medida principal de este paquete legislativo es la igualdad salarial entre hombres y mujeres, el cual prevé multas hasta diez veces mayores que el salario más alto de la empresa que incumpla la ley. La medida será obligatoria en empresas con al menos veinte trabajadores.
La presentación de la medida ha estado a cargo de la ministra de Planificación, Simone Tebet, quien ha recordado cómo tras la primera vuelta de las elecciones, y tras confirmar su apoyo a la candidatura de Lula, enfatizó en la necesidad de sacar adelante una ley de este tipo, con la que se pudiese golpear el bolsillo de quienes, “con mala fe”, pagan salarios inferiores a mujeres por el hecho de serlo.
Entre las medidas también destaca un plan de inversión de políticas públicas para combatir la violencia contra las mujeres y apoyar a quienes la han sufrido. El Gobierno ha anunciado un decreto para que un 8 por ciento de los puestos en organismos públicos esté reservado a víctimas de machismo, además de facilitar el acceso a cursos de formación y empleo para mujeres en situación de vulnerabilidad.
La creación de nuevas guarderías, la distribución gratuita de material de higiene femenina y programas de políticas públicas para combatir el acoso y las agresiones en los puestos de trabajo, o proteger a las de minorías raciales.
Asimismo, han propuesto el 14 de marzo como día para recordar a Marielle Franco, concejala asesinada en Río de Janeiro, para concienciar contra la violencia política de carácter sexual y racial.