"Sigo estas informaciones con gran interés. Pero hay que esperar a ver qué se confirma", afirmó el ministro de Defensa, Boris Pistorius, en declaraciones a la radio pública Deutschlandfunk, después de que tanto el diario "The New York Times" como varios medios alemanes apuntando a una vía proucraniana.
Dichas revelaciones podrían acabar siendo "una acción bajo falsa bandera", prosiguió el ministro, quien se encuentra en Estocolmo para asistir a la conferencia ministerial de Defensa de la Unión Europea (UE).
"No vamos a plantearnos las posibles repercusiones en nuestras relaciones con Ucrania en base a estas investigaciones", zanjó Pistorius, tras rechazar entrar en especulaciones.
Tanto "The New York Times" como varios medios alemanes, entre ellos la televisión pública ARD, incidieron ayer en una posible vía proucraniana, sin definir, como responsable de las explosiones que inutilizaron Nord Stream 1 y 2.
La investigación por parte alemana, que siguió a las del medio estadounidense, ha reconstruido supuestamente cómo se realizaron esas voladuras e identificado la embarcación utilizada para ello, alquilada por una empresa con sede en Polonia propiedad de dos ciudadanos ucranianos.
De acuerdo a la versión de la ARD, la colocación de los explosivos fue realizada por un equipo de seis personas, compuesto por un capitán, dos buzos, dos asistentes de buceo y una doctora, cuyas nacionalidades no han sido esclarecidas, pues usaron pasaportes falsos para alquilar la embarcación.
Siembre según estas fuentes, este equipo se hizo a la mar el 6 de septiembre desde el puerto alemán de Rostock (norte) y la embarcación pudo ser localizada al día siguiente en la península de Darss (al noreste) y más adelante en la isla danesa de Christianso.
En una de las mesas del yate, que fue devuelto a la empresa propietaria sin ser limpiado, los investigadores habrían encontrado huellas de explosivos.
"The New York Times" informó, citando fuentes de la inteligencia estadounidense, que hay pruebas que apuntan a un grupo proucraniano, aunque al mismo tiempo subrayan que no hay indicios de que el Gobierno de Kiev estuviese al corriente o aprobase la operación.
Los gaseoductos Nord Stream 1 y 2 no transportaban gas cuando fueron volados, ya que Rusia había interrumpido el flujo de gas a través del primero a lo largo del verano, oficialmente por problemas técnicos, mientras que el segundo nunca había llegado a entrar en funcionamiento.
Los países ribereños del Báltico han afirmado todos que se trató de un sabotaje deliberado, pero de momento no se ha producido ninguna declaración oficial sobre los resultados de las investigaciones.