Las medidas buscan dar respuesta a la creciente ola de violencia en esta ciudad, principal puerto agroexportador sobre el río Paraná, 310 km al norte de Buenos Aires, que con 22 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2022 quintuplicó la media argentina.
“Dispuse el refuerzo de las fuerzas federales hasta alcanzar, en esta etapa, los 1.400 efectivos. El ministro (de Seguridad) Aníbal Fernández estará mañana (miércoles) poniendo esto en marcha”, dijo el presidente Alberto Fernández.
Por ser Argentina un país federal, las provincias tienen sus propias policías y usualmente no intervienen las fuerzas federales.
El presidente anunció además la participación del Ejército, a través de su cuerpo de ingenieros “en la urbanización de barrios populares, acelerando tareas necesarias”.
En Argentina, las fuerzas armadas tienen prohibido por ley participar en operativos de seguridad interior, en cambio está contemplado que cooperen en tareas de socorro a la ciudadanía, como lo hicieron durante la pandemia, recordó Fernández.
Combate al narcotráfico
“La lucha contra el crimen organizado no alcanzó los resultados esperados. El crimen organizado no se desarrolla de un día para otro, requiere tiempo para tomar territorios y cooptar voluntades, esto es lo que les garantiza su impunidad. Entiendo que Rosario nos necesita, sé que sus fuerzas de seguridad son insuficientes”, afirmó Fernández.
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Entre las medidas, también se instalará una oficina de la Unidad de Información Financiera en Rosario con el fin de “tener mayor eficiencia en el seguimiento del lavado de activos, derivados del narcotráfico”, dijo y agregó que se sumarán 600 cámaras de vigilancia con reconocimiento facial.
Rosario fue noticia mundial la semana pasada cuando dos desconocidos atacaron a balazos el supermercado propiedad de los suegros del astro del fútbol Lionel Messi y dejaron una nota amenazante que mencionaba al campeón mundial. Aún no se pudo determinar el origen y el móvil del ataque.
En algunos barrios de esta ciudad se producen numerosos tiroteos, muchas veces con víctimas casuales, entre ellos niños. Según autoridades, es producto de bandas barriales de narcotraficantes en disputa por el territorio.