“Los diseñadores de la guerra híbrida contra Irán han tratado de crear el descontento con la contaminación mental y psicológica”, indicó el Ministerio del Interior en un comunicado pasada la medianoche.
“Tratan de provocar el cierre de los centros de educación y ciencia del país y revivir el fallido proyecto de los disturbios”, añadió el comunicado en una referencia a las protestas que estallaron en septiembre a causa de la muerte de Amini tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo.
El Gobierno de Irán acusó a países occidentales de promover esas protestas con un marcado tono feminista con el objetivo de provocar un cambio de régimen en la República Islámica.
La represión estatal ha logrado apaciguar esas protestas, en las que han muerto casi 500 personas y por las que cuatro manifestantes han sido ahorcados.
La oleada de envenenamientos con un supuesto gas en instituciones educativas femeninas comenzó en noviembre en la ciudad santa del chiísmo de Qom y se han multiplicado en los últimos días.
MÁS DE MIL ALUMNAS ENVENENADAS
Hasta ahora más de 1.000 alumnas han sido intoxicadas en docenas de colegios e institutos y han sufrido dolores de cabeza, palpitaciones, nauseas, mareos y en ocasiones la imposibilidad de mover las extremidades tras percibir un olor de naranja podrida y productos de limpieza.
Los últimos casos se produjeron ayer en las ciudades de Kavar, Urmia, Zanjan, Hamedan, Kabudarahang, Karaj, Tabriz, Basmanj, Stardadashi y Teherán, según los casos confirmados por las autoridades.
Grupos de activistas afirmaron que alrededor de medio centenar de centros femeninos sufrieron ayer ataques con gas.
El Ministerio del Interior indicó en el comunicado que han hallado “muestras sospechosas” en algunos centros educativos femeninos, que están siendo analizadas en “prestigiosos laboratorios” para identificar la causa de los envenenamientos.
Según los datos de la cartera se han producido ataques con gas en 52 colegios, un número indeterminado de alumnas resultaron intoxicadas y 28 estudiantes han sido hospitalizadas, unas cifras muy lejos de las que proporcionan grupos de activistas.
Los ataques están alimentando el descontento popular, en especial entre los padres, ante la ineficacia de las autoridades a la hora de parar unos ataques que parecen destinados a paralizar la educación de las estudiantes.
Vídeos compartidos por grupos de activistas han mostrado pequeñas protestas y manifestaciones de padres y madres frente a colegios y oficinas educativas gubernamentales para expresar su preocupación por la situación.
“Muerte al Gobierno asesino de niños”, gritaban un grupo de padres frente a un colegio en Teherán, en una escena que se ha repetido en otros centros, según vídeos de activistas.
En Irán no se ha puesto en duda la educación femenina en los 43 años de existencia de la República Islámica y algunos padres vinculan los envenenamientos con las protestas.
Las alumnas de colegios e institutos participaron en esas protestas, se quitaron los velos, gritaron "mujer, vida, libertad" e hicieron cortes de manga a retratos del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, y el ayatolá Ruholá Jomeiní.