"Esta es una terrible tragedia humanitaria y nos solidarizamos con todas las personas que han perdido sus vidas y con sus familiares", dijo a Johansson en una entrevista con EFE en Quito, donde se encuentra de visita oficial.
La comisaria europea lamentó que no es la primera vez que sucede un episodio como el de la provincia italiana de Crottone y culpó de ello a los traficantes, a quienes "no les importa en absoluto la vida de las personas".
"Ya hemos visto antes cómo ellos ponen cínicamente a la gente dentro de estos viajes peligrosos y no les importa si pierden la vida. Sólo les importa el dinero", señaló Johansson.
La comisaria europea y exministra del Gobierno de Suecia resaltó la importancia de que haya unanimidad de los estados miembro sobre lo dispuesto en el nuevo pacto de migración y asilo.
"Necesitamos un adecuado sistema europeo para la migración que trabajemos juntos pero también donde se refuerce nuestra cooperación con los países de origen y de tránsito para combatir a los traficantes e invertir en las rutas legales", indicó Johansson.
"Somos una sociedad que envejece, necesitamos migrantes (en la UE), pero tienen que venir de una manera ordenada y segura", agregó.
Entre las 63 víctimas mortales del naufragio contabilizadas hasta el momento hay 15 menores, entre ellos varios niños y un recién nacido, y 33 mujeres, según el Ministerio del Interior de Italia.
De los supervivientes, 19 han tenido que ser ingresados en el hospital, mientras que el resto han sido trasladados al centro de acogida de la cercana localidad de Isola di Capo Rizutto.
Las imágenes compartidas por la prensa local muestran los pedazos de una embarcación de madera completamente destruida sobre la playa.
Por el momento, cuatro hombres han sido detenidos como presuntos miembros del grupo de traficantes de personas que organizó el viaje de la embarcación desde Turquía, a pesar de las adversas condiciones meteorológicas, según los medios locales.
Según la información obtenida por la ONG Médicos sin Fronteras, que está prestando asistencia psicológica a los supervivientes, la barca partió de la localidad Smirne, en el extremo occidental de Turquía, hace cuatro días.
La tragedia se produjo tres días después de que el Parlamento italiano aprobase un nuevo decreto migratorio, elaborado por el Gobierno liderado por los ultraderechistas Hermanos de Italia, que modifica sustancialmente las operaciones de socorro de los buques de ONG.