“En los últimos años ha aumentado el número de contenciosos judiciales, así como, en no pocos casos, la gravedad de las conductas que salen a la luz, especialmente en el ámbito de la gestión patrimonial y financiera”, señaló en su discurso.
Sin embargo, el pontífice pidió ser "claros" y evitar el riesgo de "confundir el dedo con la luna".
“El problema no son los juicios, sino los hechos y conductas que los determinan y los hacen dolorosamente necesarios. En efecto, tales comportamientos por parte de los miembros de la Iglesia perjudican gravemente su eficacia para reflejar la luz divina”, añadió.}
Lea más: Nicaragua prohíbe a la Iglesia católica realizar las procesiones de viacrucis
Francisco hizo referencia así al juicio que se está celebrando por supuestas irregularidades financieras en la ruinosa compraventa de un edificio en Londres por parte de la Secretaría de Estado del Vaticano, en el que están imputadas diez personas, entre ellas el antes poderoso cardenal italiano Angelo Becciu.
De hecho, esta semana el papa estableció en un "motu proprio" que "todos los bienes muebles e inmuebles" comprados por la Curia o por entes vinculados pertenecen al patrimonio "público" de la Santa Sede "no fraccionable y soberano".
Con esta “ley” Francisco se aseguró de que las instituciones vaticanas que compren bienes pueden administrarlos, pero “no son sus propietarios” pues deberán siempre actuar en nombre y bajo la autoridad del pontífice.