Tras terremotos del sureste, Estambul se preocupa por seguridad de edificios

Estambul, 23 feb (EFE).- Mientras Turquía se recupera del impacto de los terremotos del pasado día 6, que han dejado más de 43.000 víctimas, Estambul, también situada en una zona de alta actividad sísmica, empieza a plantearse el desafío de mejorar la seguridad de sus propias edificaciones.

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Desde hace años, los expertos vaticinan un terremoto de magnitud 7 o superior para la falla geológica que atraviesa el Mar de Mármara, situada apenas a una decena de kilómetros al sur de Estambul.

Es imposible predecir una fecha, pero se puede seguir el avance de sismos desde este a oeste a lo largo de la falla de Anatolia norte, que llega hasta el mar de Mármara, y muchos geofísicos coinciden en que probablemente haya un temblor fuerte cerca del Bósforo en el próximo medio siglo.

Y la ciudad no está en absoluto preparada para ello, coinciden los expertos.

Ya en 2017, el ministro de Urbanismo de entonces, Murat Özhaseki, reconoció que unos 600.000 edificios en la ciudad "no están preparados para un terremoto de gran intensidad", y hoy, Bugra Gökçe, vicesecretaria de la Alcaldía de Estambul, eleva esa cifra a 1,16 millones.

Gökçe especificó en conversación telefónica con EFE que 90.000 de estas construcciones están en "altísimo riesgo" y que 318 edificios, todos ellos habitados, podrían colapsar en cualquier momento, sin siquiera un temblor de tierra.

Como primera medida de prevención, las autoridades provinciales trasladaron el lunes pasado a 50.000 alumnos y 3.000 profesores de 93 colegios de alto riesgo a otros más seguros.

Tras el terremoto de Izmit en 1999, que dejó más de 17.000 muertes en un municipio vecino de Estambul, se ha hecho obligatorio incluir medidas antisísmicas en todas las construcciones nuevas, pero una gran parte de los inmuebles de la ciudad son más antiguos.

Desde hace tres años, la municipalidad dispone de una página web en la que tanto dueños de inmuebles como inquilinos pueden solicitar una inspección de expertos para verificar el estado de su edificio, y ahora estas peticiones se han multiplicado.

Sin embargo, conocer el estado del edificio sirve de poco si no se dispone de medios para las obras necesarias.

La cadena NTV relata hoy el caso de un edificio de 5 plantas con 35 viviendas que fue sellado por los técnicos municipales por su mal estado después del terremoto de 2019, de 5,8 de magnitud, que no dejó víctimas pero sí un buen susto en la ciudad.

A pesar de ello, a día de hoy, el inmueble sigue habitado porque las familias que residen allí no pueden pagar alquileres en otros lugares y la municipalidad no interviene por su cuenta debido a irregularidades en el informe oficial al respecto.

Con la espectacular subida del precio de alquileres que Estambul ha experimentado en los últimos años, y que la llegada de víctimas de las regiones afectadas solo puede impulsar, cambiarse de piso es una opción fuera del alcance de la mayoría.

Más de un millón de personas han abandonado las provincias afectadas por los sismos para buscar al menos temporalmente refugio en otras partes, lo que ha disparado los precios de la vivienda en numerosas ciudades.

El Gobierno ha prometido completar la reconstrucción de los núcleos urbanos destruidos en un año, pero la tarea es ingente.

Según las últimas cifras, anunciadas este jueves por el ministro de Urbanismo, Murat Kurum, los sismos del sureste han derribado o dejado totalmente inservibles unos 164.000 inmuebles, lo que corresponde a medio millón de viviendas u oficinas.

La cifra es provisional, ya que hasta el momento se ha inspeccionado solo el 80 % de los edificios en las zonas del terremoto, acotó.

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