"El racismo llevó en 2020 al perpetrador a matar a nueve personas en Hanau. Estoy convencido de que sólo podemos reforzar la cohesión en nuestra sociedad haciendo visible el recuerdo de las víctimas", escribió el canciller alemán, Olaf Scholz, en su cuenta de Twitter.
"Nada amenaza tanto la coexistencia pacífica en nuestra sociedad como el extremismo de derechas", publicó por su parte el Ministerio del Interior en esa misma red social y agregó que por ello la lucha contra el ultraderechismo tiene "máxima prioridad" para la ministra Nancy Faeser".
En la ciudad de Hanau, a una serie de actos religiosos se sumó un evento conmemorativo en la plaza central de la localidad, al que, junto con Faeser, asistieron el alcalde Claus Kaminsky y el primer ministro de la región de Hesse, Boris Rhein.
No obstante, tres años después de que Tobias Rathjen, un hombre de 43 años de ideología xenófoba y que sufría trastornos psiquiátricos, asesinase a nueve personas de origen extranjero y a su propia madre, para suicidarse después, los allegados de las víctimas se declaran "decepcionadas" con la respuesta de las autoridades.
En los últimos días, varios familiares han denunciado en entrevistas a los medios que a pesar de las consignas poco ha cambiado en los últimos tres años y en particular que se sienten desprotegidas ante la actitud del padre del autor del atentado.
En los últimos años, el padre de Rathjen se ha dedicado, según afirman, a acosar a algunos de los allegados en sus hogares y en las escuelas de sus hijos y dicen que sospechan que podría haber sido incluso cómplice intelectual del ataque, puesto que aparentemente comparte las teorías conspirativas y la ideología racista del hijo.
A pesar de haber incumplido las órdenes de alejamiento en al menos 27 ocasiones, según confirmó la fiscalía de Hanau, el hombre de 75 años ha mantenido su conducta y ha llegado a pronunciar amenazas, por lo que los allegados reclaman una acción más decidida por parte de las autoridades.
Además, señalan que a tres años del ataque quedan por esclarecer muchas cuestiones, como la lenta respuesta policial y de los servicios de emergencia a partir del momento en el que Rathjen -que disponía de un permiso de armas a pesar de padecer esquizofrenia y haber manifestado ideas ultraderechistas- comenzó a disparar aquel día.
Por todo ello, los allegados han convocado a través de la "Iniciativa 19 de febrero" para este domingo una manifestación de protesta y vigilias conmemorativas en todo el país, puesto que, según remacharon en un comunicado, "recordar implica cambiar".