En 2023, la tercera ciudad más poblada del país (1,3 millones de habitantes), donde nació el astro del fútbol Leo Messi, ha registrado, según datos consignados en prensa local, 34 homicidios, tras los 287 que se produjeron en 2022 -récord en la historia del área urbana de Rosario-, cifra recogida en el informe anual del Observatorio de Seguridad Pública de la Provincia de Santa Fe.
Según ese reporte, el año pasado siete de cada diez muertes se dieron en el marco de organizaciones criminales y/o economías ilegales.
"Esto lo tenemos que poder encauzar y esta es una ciudad maravillosa. Esto sucede en un porcentaje de la ciudad, pero si dejamos que esto pase, no vamos a poder hablar de nada", declaró a Radio 10 este viernes el alcalde de Rosario, Pablo Javkin, e insistió en la necesidad de recibir más recursos y en que este problema sea una prioridad política.
El regidor subrayó que, aunque ni las armas ni la droga se fabrican en Rosario -sino que "entran y circulan" por todo el país-, en esa ciudad (que arrastra el problema de las bandas de narcotraficantes desde hace años) "tiene una expresión más violenta en su distribución territorial".
En diversas ocasiones, Javkin ha reiterado que la Municipalidad apenas cuenta con herramientas para luchar contra la inseguridad, pues en la provincia de Santa Fe los municipios no tienen competencias en personal armado -la Policía es provincial o federal-, ni en Justicia ni en cárceles, desde donde asegura que se ordenan la mayoría de delitos.
RECRUDECIMIENTO DE LA SITUACIÓN
En los últimos días, la situación se ha intensificado con la sucesión de impactantes hechos, como el asesinato a tiros en la calle del músico Lorenzo 'Jimi' Altamirano, que se cree fue una víctima escogida al azar para enviar un mensaje mafioso.
Pero también el de un hombre de 72 años por parte de sicarios que dejaron herido a un bebé que jugaba en la calle. O el homicidio de una joven a las puertas de una casa que se cree sería un punto de venta de droga, así como los tiroteos que habitualmente se dan frente a edificios públicos.
En pleno recrudecimiento de la situación, esta semana un nuevo ministro de Seguridad provincial fue designado por el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, quien mantiene un cruce de declaraciones con el titular de Seguridad del Ejecutivo nacional, Aníbal Fernández.
"La magnitud del problema que hay que enfrentar amerita fuerte y total prioridad de la Nación", dijo Perotti el jueves.
El mandatario santafesino, peronista, como el Gobierno nacional, aseveró que el ministro "sigue sin entender la realidad de Rosario" y la "particularidad" que vive la provincia "desde hace muchísimos años".
Y señaló que la "ayuda" que da el Estado "no alcanza".
CRUCE DE DECLARACIONES
Ese día, Fernández indicó que cerca de 3.500 efectivos de las cuatro fuerzas federales llevan ya 2.077 detenidos en la provincia, lo que supone un esfuerzo "muy grande" financiado por el Estado.
Y este viernes, el ministro agregó: "El gobernador no entiende de seguridad, con lo cual que opine que no alcanza casi es una burla eso. (...) Es su provincia, su Policía, ¿por qué no le pregunta a los otros 22 gobernadores cómo resuelven el tema con sus policías? Porque ninguno de ellos tienen problemas, el problema lo tiene él".
"No nos dan atribuciones sobre la Policía. Esta ciudad no tiene presencia policial mínima para garantizar cuestiones básicas", indicó Javkin, quien detalló que Rosario necesita 5.000 policías capacitados para combatir el crimen.
Días atrás, en Twitter, denunció como "insólito" que se instale fibra óptica en las cárceles federales, e irónicamente señaló que es "para que las mafias puedan comunicarse mejor", pues, agregó, "el 95 % de los delitos que suceden en Rosario se ordenan desde las cárceles".