Los datos muestran, además, que la mayor parte de las zonas arrasadas -cerca de 300.000 hectáreas- se quemaron en los dos primeros días de incendios en Chile, cuando las condiciones climáticas eran más adversas -con vientos de 30 kilómetros por hora, temperaturas por encima de los 30 grados y humedad del aire por debajo del 30%- y los servicios de emergencia más escasos.
En las últimas horas, las llamas han avanzado con mayor virulencia en las regiones de Ñuble y La Araucanía, donde ya han ardido un total de 55.000 y 91.000 hectáreas, respectivamente, aunque la más afectada sigue siendo la de Biobío, con cerca de la mitad de la superficie total quemada, es decir 159.000 hectáreas.
Más de 1.200 casas quemadas
El informe también detalla que el número de inmuebles destruidos asciende a 1.206, de ellos 602 en la región del Biobío, 305 en Ñuble y 296 en La Araucanía.
En este contexto, el Ejército chileno impuso esta noche el toque de queda en 28 comunas situadas en las regiones de la La Araucanía, Biobío y Ñuble.
Según un comunicado oficial, la medida entrará en vigor a las 0.00 hora local (03.00 GMT) y se prolongará hasta las 5.00 (08.00 GMT) en la provincia de Itata, región de Ñuble, en particular en las localidades de Cobquecura, Coelemu, Ninhue, Portezuelo, Quirihue, Ránquil y Trehuaco), además de Quillón, en la provincia de Diguillín.
En la región de Biobío afectará a las localidades de Arauco, Contulmo, Mulchén, Tomé, Florida, Hualqui, Nacimiento y Santa Juana mientras que en La Araucanía afectará a Angol, Collipulli, Curacautín, Ercilla, Los Sauces, Lumaco, Purén, Renaico, Traiguén, Victoria, Galvarino y Lautaro.
Toque de queda
Esta mañana, el contraalmirante Jorge Keitel, jefe de la Defensa para la región central chilena del Biobío, ya había advertido que el polémico toque de queda entraría en vigor esta noche, pero lo había restringido a solo ocho comunas.
La decisión se adopta escasas horas después de que anunciara la posibilidad el presidente Gabriel Boric durante una visita a Santa Juana y en medio de una aguda polémica sobre la idoneidad de restringir los movimientos.
Solicitada por grupos de empresarios, a la misma se oponen los servicios de auxilio y emergencia que luchan contra el fuego porque complica la acción rápida contra nuevos focos y dificulta las labores de evacuación en caso de que las llamas se propaguen.
Los incendios, que cumplen una semana y todavía no han sido controlados, han causado la muerte de 24 personas y dejan más de 5.500 damnificados.
Casi una treitena de detenidos
La falta de medios -en Chile el cuerpo de bomberos no es profesional-, la mala gestión de los bosques y las adversas condiciones climáticas han acelerado la tragedia, la más grave de esta naturaleza en Chile.
Cerca de una treintena de personas han sido detenidas hasta la fecha por su presunta responsabilidad en el inicio del fuego, la mayoría por negligencia.
En la región de Biobío, esta noche de jueves varias poblaciones han recibido la orden de ser evacuadas.