"Es una fantasía de quienes quieren hacer descarrilar cualquier proceso de paz", afirmó Isaias en Nairobi, en alusión al acuerdo de paz firmado el pasado noviembre en Sudáfrica por Etiopía y los rebeldes tigrinos, que los jefes militares de ambos bandos suscribieron después en la capital keniana para zanjar una guerra que empezó en 2020.
El presidente eritreo hizo esas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con el presidente de Kenia, William Ruto, en la última jornada de su visita oficial de dos días a este país.
Preguntado por las acusaciones de crímenes de guerra contra las tropas eritreas vertidas por Estados Unidos y organizaciones pro derechos humanos, entre otros, Isaias calificó esas alegaciones de "mentiras".
"Para esta pregunta tenemos que ir a una fábrica. Una fábrica a la que llamo fabricación de mentiras y desinformación. Una fábrica (...) que está hablando de abusos de los derechos humanos, que está hablando de tantas cosas que suceden sobre el terreno", señaló el mandatario, poco dado a hablar en ruedas de prensa internacionales.
"Están perdiendo el tiempo, todos hablando de derechos humanos, violaciones, saqueos. Esto es una fantasía en la mente de los dueños de esta fábrica que llamo una fábrica de fabricación de desinformación", insistió Isaias, visiblemente molesto.
Estados Unidos impuso en noviembre de 2021 sanciones a militares y dirigentes de Eritrea por crímenes de los que acusó a las tropas eritreas en la guerra en la vecina región de Tigré.
Según una investigación conjunta de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y la Comisión Etíope de Derechos Humanos publicada entonces, todas las partes que lucharon en el conflicto cometieron actos de violencia sexual y otros abusos de derechos humanos.
Sobre la retirada de los soldados eritreos de la región tras la firma del acuerdo de paz, el jefe de Estado ni confirmo ni desmintió nada y se limitó a calificar de "tontería" esa cuestión.
"Hablan de la retirada o no retirada. Decimos que esto es una tontería. No nos provoquen para llegar a un malentendido (...) Asumamos que el proceso de paz en Etiopía transcurre sin obstáculos", explicó.
El Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT) denunció el mes pasado que las tropas de Eritrea aún permanecen en la región, incumpliendo así el acuerdo de paz.
El presidente eritreo declaró que no quiere "interferir" en la pacificación de Tigré, "a pesar de la campaña de desinformación que se está llevando a cabo para intentar interrumpir el proceso de paz" y tratar de "crear un conflicto entre Eritrea y Etiopía".
"Nos gustaría ver el acuerdo firmado en Pretoria y Nairobi implementado sobre el terreno, para que podamos asegurar la paz y la estabilidad en Etiopía en beneficio no sólo de Etiopía sino de toda la región", zanjó Isaias, que dirige Eritrea desde su independencia de Etiopía en 1991 al mando de uno de los regímenes más cerrados y represivos del mundo, conocido como la "Corea del Norte de África".
Por su parte, Ruto destacó el "enorme progreso en la implementación del acuerdo de paz", en el que, de hecho, ejerció de mediador su antecesor en la Presidencia de Kenia, Uhuru Kenyatta.
"Todos los gobiernos están satisfechos con el proceso de implementación de lo que está pasando en Tigré. Y, por tanto, creo que es un hito importante en la región al dar una solución a los desafíos que enfrenta nuestra región", agregó el mandatario keniano.
La guerra empezó el 4 de noviembre de 2020, cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el FPLT-partido que entonces gobernaba Tigré- en reacción a un ataque a un base militar federal y tras una escalada de tensiones políticas.
Miles de personas murieron en ese conflicto y más de dos millones se vieron desplazados.