Carrick, que se unió al cuerpo en 2001 y en 2009 se incorporó al comando de protección parlamentaria y diplomática, se había declarado culpable de 49 cargos -algunos con varios delitos-, incluidos 24 de violación, en un juicio ante el tribunal de Southwark en Londres.
La jueza Bobbie Cheema-Grubb le sentenció después de haber escuchado el testimonio de varias víctimas, que calificaron de "monstruo" al agresor y relataron cómo, en algunos casos, las retuvo en contra de su voluntad y las sometió a "brutales y violentos" ataques sexuales.
"Esta condena representa una caída espectacular para un hombre encargado de hacer cumplir la ley y facultado hasta el punto de estar autorizado a portar un arma de fuego", declaró la jueza.
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Sesenta años
La magistrada explicó que le había reducido una pena inicial mínima de 60 años -a cumplir antes de ser considerado para la libertad condicional- después de que el acusado admitiera los hechos y al descontar el tiempo pasado en prisión preventiva desde su detención en 2021.
Carrick, de 48 años, fue al principio suspendido y el pasado enero despedido por conducta grave por la Met; y esta fuerza policial, que afronta una crisis de credibilidad por numerosos casos de agentes delincuentes, se disculpó por no haberlo identificado ni expulsado antes.