Los Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera exclusivamente en las áreas de Siria en manos de la oposición, indicaron en su cuenta de Twitter que hasta el momento se han contabilizado 120 muertos y 230 heridos en las provincias noroccidentales de Idlib y Alepo.
Este es el primer recuento que se ofrece sobre los efectos causados por el seísmo en Idlib, considerada el último bastión opositor del país, y las partes de la vecina Alepo que escapan al control del Gobierno sirio, que sí había venido divulgando información sobre sus zonas.
"La cifra de fallecidos podría aumentar en gran medida por la presencia de cientos de familias bajo los escombros debido al terremoto que golpeó Siria la madrugada de este lunes. Nuestros equipos están en máxima alerta para rescatar a los atrapados", precisaron los Cascos Blancos.
Por su parte, el Ministerio de Salud sirio había confirmado otros 237 fallecidos y más de 600 heridos en las provincias de Hama, Tartus, Latakia y las partes de Alepo que administra, por lo que el número de muertos en todo el país asciende ya a 357 y el de heridos a más de 800.
El Centro Nacional de Monitoreo Sísmico de Siria afirmó que el terremoto, ocurrido cerca de la frontera entre Turquía y Siria, es el "más fuerte" registrado por los sistemas sirios desde que entraron en funcionamiento en 1995.
El epicentro del seísmo, que duró unos 30 segundos en torno a las 4.17 hora turca (01.17 GMT), fue la región de Kahramanmaras y el sismo se produjo a una profundidad de siete kilómetros, precisó la Presidencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) de Turquía.