El Pentágono anunció ayer la presencia del aparato en el espacio aéreo estadounidense, y el gobierno canadiense dijo que investigaba un “potencial segundo incidente”.
China dijo que está verificando la información pero llamó a no “hacer conjeturas” o “exagerar la cuestión” hasta que los hechos “no estén claros”.
A pedido del presidente Joe Biden, el Departamento de Defensa examinó la posibilidad de derribar el aparato, pero tomó la decisión de no hacerlo debido a los peligros potenciales para las personas en tierra, según indicó el jueves un alto responsable estadounidense.