Hasta el momento ninguna organización rival reivindicó el atentado.
El atentado fue perpetrado cuando la mezquita -centro de culta de la comunidad islámica- presentaba casi un lleno y según las autoridades de Pakistán la mayoría de las víctimas mortales pertenecía al cuerpo policial.
De hecho, el centro de oración está ubicado en Police Lines, un centro residencial y de entrenamiento para policías.