En un decreto, el mandatario ecuatoriano estableció que la jornada laboral del día posterior a los comicios quedará suspendida para el sector público y privado y será recuperable en las jornadas posteriores.
El decreto también contempla la necesidad de servicios mínimos en los sectores de salud pública, bomberos, aeropuertos, terminales aéreos, terrestres, marítimos, fluviales y servicios bancarios.
El CNE argumentó su solicitud en que las actividades que cumplirán los miembros de las juntas receptoras del voto (MJRV) pueden extenderse hasta el día siguiente de los comicios, en los que se eligen autoridades provinciales y municipales, además de siete miembros para el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS).
De acuerdo a un análisis técnico del pleno del CNE, el tiempo utilizado para el escrutinio simultáneo de las autoridades locales es de 5 horas y 58 minutos y para contabilizar el referéndum y la votación al CPCCS es de 5 horas y 34 minutos, con la participación de cinco miembros en cada junta.
Para estos comicios se activarán 4.380 recintos electorales, de los cuales 4.013 son escuelas, 63 universidades y 304 infraestructuras de otro tipo, que después de la jornada de votación deberán ser adecuadas, lo que incluye la respectiva limpieza para su normal funcionamiento.
El próximo 5 de febrero están llamados a las urnas unos 13,4 millones de ecuatorianos para elegir a 23 prefectos de provincia, 221 alcaldes, 864 concejales urbanos, 443 concejales rurales, 4.109 vocales de juntas parroquiales y 7 consejeros del CPCCS.
A la vez se votará el referéndum impulsado por el Gobierno para modificar la Constitución en materia de seguridad, instituciones y medio ambiente, con consultas sobre permitir la extradición de ecuatorianos requeridos por otros países por crimen organizado, reducir el número de asambleístas y exigir un número mínimo de afiliados en partidos políticos.