“Es un caso vacío. No hay ninguna prueba. No he hecho nada malo”, declaró Andrew Tate, cuyos vídeos llenos de mensajes sexistas en los que reivindica una masculinidad agresiva y asociada al éxito económico son seguidos por millones de personas en internet, citado por el diario digital rumano Gándul.
Junto a Andrew Tate ha sido llevado a la fiscalía su hermano Tristan, que también fue detenido, junto con dos supuestas cómplices, en una redada policial en la mansión del "influencer" cerca de Bucarest. "No tienen ninguna prueba; quieren robarme los coches, el dinero, y por esto estoy en la cárcel", dijo Tristan Tate.
Tate hace referencia a la flota de quince vehículos de alta gama que les ha sido confiscada a los dos hermanos, a los que las autoridades rumanas también han embargado una colección de relojes de lujo y dinero en metálico. Los bienes y el dinero en metálico intervenidos tienen un valor de más de 3,6 millones de euros.
La fiscalía rumana acusa a Tate de haber engatusado a varias mujeres jóvenes con una falsa relación sentimental, para después forzarlas a trabajar en el negocio de webcam de contenido sexual para los dos hermanos, que trasladaron hace años su domicilio a Bucarest.
Si el caso contra ellos sigue adelante, los Tate deberán responder ante la justicia por delitos de trata de personas, constitución de grupo criminal organizado y violación, ya que una de las mujeres que les denuncian dice haber sido forzada a mantener relaciones sexuales durante su estancia en la mansión.