Luego de seis días de audiencias virtuales, el juez Teódulo Pacheco, en el estado de Oaxaca, resolvió el pasado sábado cambiar de medida cautelar, de prisión preventiva a arraigo domiciliario al exdiputado del PRI Juan Antonio Vera Carrizal, autor intelectual del ataque con ácido a la saxofonista.
En un comunicado, las mujeres víctimas de ataques con ácido, quienes dijeron han sobrevivido a un intento de feminicidio con ácido, expresaron su apoyo y solidaridad a María Elena Ríos por los actos de corrupción, tortura institucional y revictimización que está sufriendo.
"Solo las mujeres que hemos atravesado por esto entendemos el grave riesgo y extrema vulnerabilidad en la que se encuentra Elena Ríos, su familia y su defensa legal por la resolución que tomó el juez Teódulo Pacheco y que es ajena y contraria a toda legalidad", indicaron.
Además, denunciaron que los ataques con ácido "son una forma extrema de violencia contra las mujeres que atentan gravemente contra la vida, la integridad psíquica y física, el libre desarrollo y la dignidad de las mujeres que hemos sido víctimas de este tipo de delitos. No son lesiones simples, son intentos de feminicidio y los intentos de feminicidio son un delito grave que amerita prisión preventiva oficiosa de manera automática", expresaron en el texto.
En ese sentido se expresó este martes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que "se trata de una agresión extrema a una mujer", y aseguró que el agresor no ha salido de la cárcel y "se está haciendo una denuncia para que no se le otorgue la libertad condicional".
Más tarde, Ríos, en conferencia en la Cámara de Diputados, exigió la renuncia del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, Eduardo Pinacho y del juez Teódulo Pacheco, a quienes acusó de estar coludidos con Vera Carrizal.
Contó que Pacheco determinó la prisión domiciliaria de Vera Carrizal pero frenaron su liberación luego de que en una inspección domiciliaria previa acreditaron que el domicilio al que sería trasladado el hombre no contaba con medidas para evitar su fuga.
En el comunicado, las mujeres víctimas de ataques con ácido también denunciaron la tibieza de las personas juzgadoras del Estado de Oaxaca "que han permitido la prisión domiciliaria de Vera Carrizal", decisión que, señalaron, "envía un mensaje social de tolerancia e impunidad hacia este tipo de crímenes que abre la puerta para más agresiones como ésta".
Las mujeres pidieron que su caso sea juzgado por órganos imparciales, y para ello, es necesario que no sean las mismas autoridades del estado de Oaxaca quienes lleven la investigación y el juzgamiento.
La agresión ha significado para María Elena Ríos varias operaciones quirúrgicas para injertarle piel obtenida de su mismo cuerpo de las lesiones que le causó el ácido en rostro, mano y cuello.
En México, en los últimos 20 años, al menos unas 30 mujeres han sido atacadas con ácido, de acuerdo con un registro de la Fundación Carmen Sánchez, nombre de una víctima atacada en 2014.