El hombre era un mendigo que sufrió un accidente de coche y fue atendido en el servicio de urgencias del Hospital Policlínico de Palermo, que al no tener camas suficientes lo derivó en ambulancia a una clínica concertada que, sin embargo, envió el vehículo de vuelta con un volante médico.
“Actualmente no es posible ingresar al paciente en nuestro centro porque es analfabeto y no tiene parientes ni domicilio”, justificó la clínica en una nota.
Según el centro concertado, conocido como casa di cura Latteri, tales circunstancias impedían que el paciente, que debía ser operado de una fractura en el fémur, firmara su autorización para el ingreso.
Tras conocer el rechazo, el secretario general del sindicato Cgil en Palermo, Giovanni Cammuca, y la jefa de la unidad médica del Policlínico, Monica Lunetta, denunciaron que “se ha privado a un paciente, a un ciudadano, de su derecho inalienable a la asistencia”, en declaraciones recogidas por los medios locales.
“Lamentamos mucho que en Palermo se puedan registrar actitudes tan discriminatorias, precisamente contra los más frágiles”, añadieron.
Por su parte, la consejería de sanidad de Sicilia ha indicado que estudia proceder a una inspección y, en caso de realizarse, espera “los resultados con la urgencia que el caso requiere”.