Los participantes en la marcha, que tuvo un claro contenido político y se desarrolló entre la Estación del Norte y la plaza de la República, llevaban pancartas con fotografías de las víctimas, descritas como “mártires”, y también del líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, Abdullah Öcalan, encarcelado en Turquía.
Turquía y en particular sus servicios secretos estuvieron muy presentes en las pancartas, en las proclamas y en los discursos de una marcha que se desarrolló sin incidentes y que estuvo vigilada por un fuerte dispositivo de seguridad de policías y gendarmes.
Los organizadores y participantes consideran que los servicios secretos turcos están detrás del asesinato a tiros en la noche del 9 al 10 de enero de 2013 de Sakine Cansiz, Fidan Dogan y Leyla Sylemez en el Centro de Información del Kurdistán del distrito X de París, a unos cientos de metros de la Estación del Norte.
Los investigadores detuvieron rápidamente al presunto autor de la matanza, Omer Güney, de nacionalidad turca, pero murió de cáncer en prisión a finales de 2016 unas pocas semanas antes de que se celebrara el juicio en el que se esperaba que se pudiera aclarar si el triple asesinato fue un encargo y si hubo un cerebro en el extranjero.
Las familias de las mujeres trataron de relanzar el procedimiento judicial con una denuncia en 2017 en la que aportaban elementos que a su juicio demostraban la responsabilidad de los servicios de inteligencia turcos.
Esa tesis había sido barajada desde la primera instrucción, pero no ha dado lugar a ninguna imputación y entre la comunidad kurda existe la impresión de que las autoridades francesas han querido cubrir una eventual implicación de Ankara.
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Atentado del 23 de diciembre
Ello se revivió con el ataque el pasado 23 de diciembre en el que tres personas fueron asesinadas delante del centro cultural kurdo y otras tres resultaron heridas en el mismo barrio del distrito X junto a la Estación del Norte.
En esa ocasión, el autor -arrestado inmediatamente- fue William Malet, un francés de 69 años con múltiples antecedentes que había salido de la cárcel unos días antes y que estaba imputado por haber atacado en 2021 un campamento de inmigrantes.
Malet está de nuevo encarcelado, inculpado por asesinatos racistas, aunque los investigadores no han encontrado ninguna relación con organizaciones extremistas.
Los manifestantes este sábado en sus pancartas exigían “Verdad y Justicia” al tiempo que mostraban su descontento por la marcha de las pesquisas con críticas directas: “Francia, país de los derechos de los servicios secretos turcos”.
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