El documento contiene pistas sobre la supuesta localización del tesoro -cuatro cajas de munición llenas de relojes, joyas, oro y piedras preciosas- e indica que los objetos estarían enterrados en algún lugar del pueblo neerlandés de Ommeren, en el centro de Países Bajos, pero estos bienes no han sido localizados hasta ahora, tras varios intentos.
Este valioso botín fue robado por soldados alemanes de una sucursal del banco Robaver (1911-1947) en Arnhem en agosto de 1944, después de que el edificio fuera alcanzado por un impacto directo: primero escondieron los objetos de valor en sus abrigos, y luego llenaron cofres con esos artículos antes de enterrarlos, según los documentos.
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Dado el enorme valor de los objetos (varios millones de euros, según el archivo), el propio Estado neerlandés ha intentado varias veces localizarlo e incluso contó para la investigación con la ayuda de un oficial nazi de Alemania, que hizo un boceto de dónde estaría el tesoro, y se usó un detector de metales, pero sin resultado.
Un historiador neerlandés, Joost Rosendaal, aseguró al canal regional Omroep Gelderland que el hecho de que haya un mapa “tan específico es especial, pero aún hay muchas cosas que no están claras y quedan muchas preguntas”.
Tesoro nazi de joyas robadas en archivo de La Haya
Recordó además que Ommeren “era una zona donde aún se registraban batallas en ese momento, así que es posible que el tesoro fuera enterrado y luego retirado un par de días después”.
El mapa del tesoro proviene de los archivos del Instituto de Gestión de Países Bajos, que se dedicó a la búsqueda de activos alemanes en territorio neerlandés después de la Segunda Guerra Mundial.
A partir de este martes, el mapa se puede consultar por todo el público en el Archivo Nacional de Países Bajos, institución localizada en la ciudad de La Haya, y que cuenta con el equivalente a 137 kilómetros de documentos, 15 millones de imágenes, cerca de 300.000 mapas y dibujos históricos, y 800 terabytes de archivos digitales.
En total, hoy se publican miles de documentos como parte del Día de Acceso Abierto anual, lo que incluye actas del consejo de ministros, o una colección de documentos sobre los abusos en los campos de internamiento, donde muchos neerlandeses que apoyaron a los nazis fueron encarcelados después de la guerra.