El juicio, celebrado a puerta cerrada en un tribunal especial ubicado en la prisión de Naipyidó donde se encuentra recluida la premio nobel de la paz, terminó hoy la parte oral con la presentación de los argumentos finales y la sentencia se conocerá el próximo viernes, indicó una fuente cercana al proceso judicial.
Suu Kyi ha sido juzgada por cinco diferentes cargos de corrupción, que están penados con hasta 15 años de cárcel y entre los que se encuentran el abuso de su posición para el alquiler de terrenos y por la compra y alquiler de helicópteros.
La líder electa, de 77 años, ya ha sido hallada culpable por una retahíla de delitos, que van desde la importación ilegal de "walkie talkies" a la violación de la ley de Secretos Oficiales, por los que ha sido condenada a 26 años de prisión.
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Los abogados de Suu Kyi, a los que la junta militar ha prohibido hablar con los medios de comunicación, han calificado como una fabricación todas las acusaciones presentadas en su contra.
La sentencia se conocerá después de que la semana pasada el Consejo de Seguridad de la ONU reclamara la liberación de todos los presos políticos detenidos desde la sublevación, incluida Suu Kyi.
El texto del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas, que ha sido objeto de negociaciones durante meses y salió adelante con doce votos a favor y tres abstenciones -de China, Rusia e India-, también reclamó un cese inmediato de la violencia en Birmania .
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El golpe militar del 1 de febrero de 2021 ha sumido a Birmania en una profunda crisis política, social y económica y ha abierto una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
Al menos 2.641 personas han muerto por la brutal represión ejercida de parte de las fuerzas de seguridad, que han disparado a matar contra manifestantes pacíficos y desarmados, y más de 13.100 permanecen detenidas, según datos de la oenegé birmana Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP).