“El gobierno que se está formando aquí es peligroso, extremista, irresponsable. Esto terminará mal”, alertó Lapid, cabeza del partido de centro Yesh Atid (Hay Futuro) y próximo líder de la oposición, en un discurso anoche en Tel Aviv, en el que expresó su “profunda preocupación por el futuro de la sociedad israelí”.
Lapid acusó a sus próximo sustituto de “no estar comprometido ni con la democracia ni con el Estado derecho”, ya que una de las exigencias de sus socios del movimiento extremista del sionismo religioso es una ley que limite la independencia de la justicia y que el parlamento pueda revertir decisiones judiciales.
“Netanyahu es débil ante sus socios, que han creado el gobierno más extremo en la historia de la nación”, indicó Lapid, después de que su oponente en las elecciones informara al presidente Isaac Herzog al filo de la medianoche del miércoles, minutos antes de que expirara el plazo, de que contaba con apoyos suficientes para formar Gobierno.
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El ex primer ministro, que ya ha ocupado el cargo 15 años y se encamina a formar su sexto Ejecutivo en Israel, también ha accedido a las demandas de los partidos ultraortodoxos que también integrarán su gobierno, de financiar las escuelas haredíes que no enseñan las materias básicas; y eximir de forma más clara a sus jóvenes del servicio militar.
“Este gobierno devastará el sistema educativo israelí, financiará desproporcionadamente a la comunidad ultraortodoxa, hundirá la economía, politizará el ejército y provocará una explosión en Cisjordania, además de socavar la posición internacional de Israel y dañar los lazos con los EE.UU. y la diáspora”, resumió Lapid.
Los tres partidos que integran el movimiento sionista religioso están formados mayormente por colonos, partidarios de la anexión de Cisjodania ocupada en detrimento de un Estado palestino, y de la mano dura con los palestinos; lo que podría elevar aún más la violencia que este año se ha vivido en la zona, el más letal desde 2006.
Tras la notificación al presidente, la Knéset (Parlamento israelí) será informada formalmente el lunes de que Netanyahu -el candidato más votado en las elecciones del 1 de noviembre- cuenta con una mayoría de apoyos para formar gobierno y desde entonces, tendrá una semana para que el pleno vote a favor de la nueva colación, es decir, hasta el 2 de enero como tope, aunque seguramente la votación se produzca antes de fin de año.