La resolución del Consejo de Seguridad es la primera que emite este órgano de las Naciones Unidas sobre Birmania (Myanmar) desde el golpe militar de hace dos años.
Andrews consideró que esta resolución constituye un esfuerzo “notable”, pero alertó de que “no impedirá que la Junta ilegal de Birmania ataque y destruya las vidas de los 54 millones de personas que son rehenes en el país”.
El estadounidense afirmó que “lo que el contenido de la resolución deja claro es que la acción necesaria para poner fin a la crisis de Birmania no vendrá del Consejo de Seguridad” y pidió “voluntad política” a los países.
“Ha llegado el momento de crear una coalición de naciones dispuestas a apoyar al pueblo de Birmania proporcionándole lo que más necesita: acción”, concluyó Andrews.
El relator especial mencionó que los estados deberían “cortar el flujo de ingresos que financia los asaltos de la junta militar”, “embargar las armas y las tecnologías de doble uso al país asiático” y garantizar que la “ayuda sólida pueda llegar a los que más lo necesitan”.
Andrews elogió la posición de EEUU, los Emiratos Árabes Unidos, Islandia y México en el Consejo de Seguridad, ya que también consideraron que el lenguaje de la resolución no fue lo suficientemente “contundente”.