El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, expresó en un comunicado que la condena al alcalde socialdemócrata, que incluye su inhabilitación política, "no es coherente con el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales ni el Estado de derecho".
Estados Unidos instó al Gobierno turco de Recep Tayyip Erdogan a "poner fin a los procesamientos por "desacato" y respetar los derechos y libertades de todos los ciudadanos turcos".
El Ejecutivo de Joe Biden está "gravemente preocupado por el continuo acoso a la sociedad civil, medios de comunicación y los líderes políticos y empresariales en Turquía", mediante "detenciones preventivas prolongadas" acusando a los detenidos de apoyar el terrorismo.
A su vez, reivindicó el derecho del pueblo turco de ejercer las libertades de expresión, reunión y asociación "sin temor a represalias", puesto que son derechos que están recogidos en la Constitución del país.
Los jueces consideraron que el alcalde insultó a los altos funcionarios electorales al decir, en noviembre de 2019, que "son estúpidos quienes anularon las elecciones de marzo", en referencia a su primer triunfo en las urnas aquel año, impugnado por el partido gubernamental AKP por el escaso margen obtenido.
Imamoglu, miembro del partido CHP, el mayor de la oposición, ganó con una ventaja mucho mayor al repetirse las elecciones en junio del mismo año.
La oposición opina que la condena, criticada también por la Unión Europea (UE) y que ha derivado en amplias protestas en Estambul, es una maniobra del Gobierno para eliminar a un político popular que podría disputar a Erdogan en las elecciones generales de junio próximo.