Boris Becker, de 55 años, fue liberado tras haber cumplido tan solo ocho meses de prisión de una condena de 2 años y medio impuesta el pasado abril por haber ocultado activos y préstamos por valor de 2,5 millones de libras (2,9 millones de euros) para evitar pagar sus deudas.
El que fuera número 1 del mundo y excomentarista de la cadena pública británica de televisión BBC se declaró insolvente el 21 de junio de 2017, con una deuda que casi alcanzaba los 50 millones de libras (unos 58 millones de euros) relacionada con un préstamo no pagado de más de 3 millones de libras (3,4 millones de euros) por una propiedad que tenía en Mallorca (España).
Según la citada agencia británica, Becker, residente en este país desde 2012, había sido transferido de la prisión de Wandsworth, en el suroeste de Londres, a la de Huntercombe, cercana a la localidad de Henley-on-Thames, en el condado inglés de Oxfordshire, un centro penitenciario de menor seguridad para delincuentes extranjeros, a la espera de su deportación.
El seis veces campeón de un Grand Slam estaba cualificado para una deportación automática debido a que es ciudadano extranjero en este país sin la ciudadanía británica.