“Nadie investigará a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel y nadie nos dará sermones sobre la moral en la guerra, desde luego no Al Yazira”, indicó el primer ministro saliente, Yair Lapid, en un comunicado difundido por su oficina.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, aseguró que la muerte de la reportera, producto de un disparo en la cabeza, ocurrió en "un escenario de combate, que ya se investigó a fondo".
"Sugiero que los funcionarios [internacionales] y los representantes de Al Yazira vayan a investigar lo que está ocurriendo con los reporteros en Irán y en las regiones cercanas", añadió.
Abu Akleh, reportera estrella de Al Yazira en Cisjordania ocupada, murió el 11 de mayo mientras cubría una incursión del Ejército israelí en el campo de refugiados de Yenín, un suceso que conmocionó a la comunidad árabe y la esfera internacional.
En septiembre, Israel divulgó las conclusiones de su propia pesquisa interna, y admitió que pudo haber disparado "por error" a la periodista, pero anunció que no abrirá una investigación criminal, al asegurar que sus tropas actuaron correctamente mientras recibían disparos por parte de milicianos palestinos.
Sin embargo, testigos presenciales aseguran que no había milicianos palestinos en la zona donde estaba la reportera, e investigaciones independientes de medios como AP, "The New York Times" o CNN, así como de ONG palestinas e israelíes, determinaron que fue asesinada por un disparo en la cabeza de tropas israelíes.
La investigación oficial de la Autoridad Nacional Palestina -que incluyó un examen forense de la bala letal- llegó a afirmar que el disparo "fue deliberado", ya que no había ninguna amenaza donde se encontraba Abu Akleh, identificada con chaleco azul de prensa.
Sin embargo, Gantz saludó este martes los "estándares morales de las Fuerzas de Defensa de Israel", y reiteró su "total apoyo y el de todo el establishment de Defensa a los comandantes y soldados".
El mes pasado, Israel también se opuso a una investigación por parte de Estados Unidos sobre la muerte de su ciudadana Abu Akleh, calificándola de “un error” y negándose a cooperar.
Por su parte, el extremista antiárabe Itamar Ben Gvir, quien en el próximo gobierno de Benjamín Netanyahu estaría a cargo de la recién creada cartera de Seguridad Nacional (que incluye a la Policía que opera en Israel y en la frontera con Cisjordania ocupada), llamó incluso a vetar a Al Yazira.
“Al Yazira no solo cubre de manera antisemita, distorsiona la verdad y publica mentiras, también trabaja contra el Estado de Israel en el mundo. Esta red de propaganda debe ser expulsada del país y no darle la oportunidad de continuar la campaña de mentiras antiisraelíes”.