El barco zarpó este miércoles del puerto siciliano de Augusta (sur), donde se encontraba para realizar labores de mantenimiento y de cambio de la tripulación, para navegar hacia una zona en la que no hay barcos humanitarios desde hace un mes.
El "Geo Barents" fue uno de los barcos a los que el nuevo Gobierno italiano de la ultraderechista Giorgia Meloni aplicó la nueva política anti-inmigración de dejar desembarcar sólo a los migrantes vulnerables rescatados por barcos de ONG.
Tras varios días sin conceder un puerto, finalmente fueron autorizados a atracar en Catania (Sicilia, sur), pero de los 572 migrantes a bordo sólo se permitió que desembarcan 357 personas, en su mayoría mujeres, niños y enfermos.
Sin embargo, MSF pidió una segunda evaluación en el barco, ya que había surgido un brote de sarna y muchos de quienes se encontraban a bordo sufrían ataques de pánico y otros problemas mentales. Así que los funcionarios del ministerio volvieron a la nave y, tras casi doce horas de exámenes, las autoridades decidieron permitir el desembarco de todos.
Lo mismo ocurrió al barco de la ONG alemana SOS Humanity, que llegó al muelle siciliano con 179 inmigrantes, pero solo pudieron descender 144 "vulnerables" mientras que a los otros 35 se les permitió sólo después de que se pusieron en huelga de hambre.
El Gobierno italiano afirma que la presencia de naves humanitarias anima a los traficantes a organizar viajes de migrantes hacia las costas de Europa.
Sin embargo, numerosas organizaciones han comprobado que el flujo de migrantes hacia Italia no cambia cuando en el mar hay barcos humanitarios y que sólo entre el 10 y el 15 por ciento de las llegadas a las costas italianas se produjeron tras rescates de las ONG.
En lo que va de año y hasta este miércoles, han llegado a las costas italianas 94.341 migrantes, frente a los 62.943 en el mismo periodo del año pasado, según los datos publicados por el ministerio del Interior italiano.
El vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas ha defendido la necesidad de acabar con el "principio de que cualquiera hace lo que le da la gana" en las operaciones de búsqueda y rescate de migrantes en el mar por parte de buques de ONG y se mostró a favor de crear un marco de cooperación y un diálogo que permita contar con un sistema "ordenado".
Los ministros de Interior europeos volverán a reunirse en una cita ordinaria en Bruselas el próximo 8 de diciembre donde está previsto que se afronte este tema.