"Hemos animado a una desescalada, vamos a seguir vigilando lo que está ocurriendo sobre el terreno", dijo la viceportavoz del Pentágono, Sabrina Singh, en una rueda de prensa.
Singh remarcó que EE.UU. ha instado a una desescalada no solo a Turquía, sino "a todas las partes implicadas".
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró este martes que su país lanzará "en cuanto sea posible" una operación terrestre, "con tanques y soldados", contra las milicias kurdas, lo que intensificaría la operación aérea y de artillería desplegada el fin de semana en el norte de Siria y de Irak.
Singh indicó que su país estará pendiente de que sus tropas desplegadas en la región están seguras y destacó que por el momento EE.UU. "no ha cambiado su postura de fuerza" en la región.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, también se pronunció el miércoles para pedir que se reduzcan las hostilidades de "inmediato" y expresar su "preocupación" por las recientes acciones militares en la región.
"Estamos gravemente consternados por las recientes acciones militares que desestabilizan la región", dijo Price en un comunicado.
Turquía responsabiliza a la milicia kurdosiria Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda en Turquía, del atentado con bomba de noviembre en el centro de Estambul que causó seis muertos y 81 heridos, si bien ambos grupos han negado cualquier implicación.
En represalia, Turquía lanzó el pasado día 19 una operación de bombardeos en territorios fronterizos de Siria e Irak contra los militantes kurdos que, según dijo este miércoles el ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, aún continúa y amenaza con una escalada de la violencia en las fronteras con los dos países árabes.
La víspera un ataque con misiles disparados desde Siria causaron dos muertos y seis heridos en el sur de Turquía.