"Con Rusia hemos visto lo que significa convertirse en dependiente en relación con un recurso estratégico como el gas", declaró el canciller en un foro organizado por el diario bávaro "Süddeutsche Zeitung".
"Lo que he comprendido después de mantener muchas conversaciones con representantes de la economía alemana es que este error no nos pasará una segunda vez", reconoció Scholz, quien explicó en ese foro cuáles son los retos que afronta la economía alemana y su ambición de diversificar en adelante sus fuentes de aprovisionamiento en diferentes ámbitos.
"Trabajaremos para que la economía alemana, para que la posición de Alemania como lugar de negocios sobreviva a los tiempos difíciles", resumió el canciller.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el pasado 24 de febrero, Alemania empezó a reducir de forma drástica su dependencia energética de Rusia. Del 55 % del total de importaciones que representaba entonces el gas ruso se había caído al 9 % en agosto y actualmente no se recibe gas ruso, según datos de la Agencia Federal de Redes (BNA por sus siglas en alemán).
Los suministros rusos se han ido sustituyendo por los procedentes de Noruega, Países Bajos y Bélgica, principalmente.
En el contexto de las medidas decididas por su Gobierno para paliar las consecuencias del impacto económico de la guerra en Ucrania y debido a la necesidad de reorientar sus suministros energéticos el canciller mencionó en el foro berlinés la decisión de acelerar el almacenamiento de gas ya para afrontar el invierno y las medidas de alivio preparadas para beneficiar a los consumidores y a las empresas.
Según los datos de la BNA correspondientes al día de hoy los depósitos de gas en Alemania están al 98,71 % de su capacidad. El Gobierno, a la vista de la situación del suministro por el previsible corte del suministro ruso, se fijó como objetivo alcanzar el 95 % a fecha de 1 de noviembre.
La semana pasada los operadores de instalaciones de almacenamiento de gas en Alemania se mostraron optimistas respecto a los próximos meses y consideraron que el país superará bien este invierno, aunque la escasez "todavía no pueda descartarse por completo".
Los escenarios relativos al abastecimiento de gas para este invierno presentados por la asociación INES, que reúne a operadores de instalaciones alemanas de almacenamiento de gas y de hidrógeno, muestran que Alemania "superará bien el invierno si no se registran temperaturas extremadamente bajas".
En relación con los alivios a la población en Alemania, este martes el ministro de Economía y Clima, Robert Habeck, presentó el correspondiente borrador de ley para el anunciado freno a los precios del gas y la calefacción para consumidores privados y empresas, que según la propuesta está previsto que entre en vigor en marzo, pero con carácter retroactivo desde enero.
Esta previsto que el tope a los precios del gas, la calefacción urbana y la electricidad se aplique inicialmente hasta abril de 2024, y en diciembre de 2023 se estudiará si es necesario prorrogar la medida más allá de esa fecha y, dado el caso, a qué cuantía debe ascender esta descarga para los consumidores.