“Estos procesos son de una importancia histórica extraordinaria”, subrayó la fiscal Maxi Wantzen ante la Audiencia Provincial de Itzehoe durante el juicio contra Irmgard Furchner, de 97 años, al pedir dos años de libertad condicional para la acusada, según informa el diario “Bild”.
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La fiscal se mostró convencida de que la nonagenaria es culpable de complicidad en el asesinato insidioso y cruel en más de 10.000 casos.
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La acusada trabajó entre junio de 1943 y abril de 1945, de los 18 a los 19 años, en calidad de empleada civil como taquígrafa y mecanógrafa de la comandancia en el campo nazi de Stutthof, cerca de Gdansk, en Polonia.
Debido a su entonces juventud, la fiscal exigió una sentencia en base a la ley que regula la responsabilidad penal de los menores y que, según el caso, se aplica hasta los 21 años de edad del acusado.
Nonagenaria acusada en un juicio
La fiscalía está convencida de que con su trabajo de oficina, Furchner contribuyó a garantizar el funcionamiento del campo y que con su labor voluntariosa constituyó un importante apoyo para el comandante del campo y sus ayudantes.
La acusada no se ha pronunciado en ningún momento durante el juicio que arrancó hace mas de un año sobre los cargos que se le imputan.
En el campo de concentración de Stutthof murieron durante la II Guerra Mundial alrededor de 65.000 prisioneros, entre ellos muchos judíos, principalmente por debilitamiento y enfermedad.
Al menos 200 prisioneros fueron asesinados con ciclón B en la cámara de gas y en el interior de un vagón de tren clausurado y otros 30 de un disparo en la nuca en un lugar secreto ubicado en el crematorio.