"En este momento de dolor por la muerte de Hebe de Bonafini, madre de la plaza, quiero estar cerca de ustedes y de todas las personas que lloran su partida", señaló el pontífice al comienzo de la carta dirigida a la organización, fundada en los primeros compases de la última dictadura cívico-militar de Argentina (1976-1983).
En opinión de Francisco, que se desempeñó como provincial de los jesuitas y rector del colegio de San José durante la dictadura, Hebe de Bonafini (1928-2022) supo "transformar su vida", marcada por el dolor de sus hijos desaparecidos, en una "búsqueda incansable" por la defensa de los más "marginados".
"Su valentía y coraje, en momentos donde imperaba el silencio, impulsó y después mantuvo viva la búsqueda por la verdad, la memoria y la justicia", aseveró Francisco, recordando las marchas semanales de las madres ("rondas") "para que el olvido no se apoderase de las calles y de la historia".
"En esta, su última marcha, la acompañamos con la oración pidiéndole al señor que le regale el descanso eterno y no permita que se pierda todo el bien realizado; y a ustedes, las conforte y acompañe para seguir siendo las Madres de la Memoria", sentenció la carta, fechada en la residencia papal de Santa Marta.
"ESTOY LISTA"
El arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, también deseó "eterno descanso" a Hebe de Bonafini, a quien visitó el pasado viernes en el Hospital Italiano de La Plata, en donde llevaba varios días internada debido al agravamiento de sus enfermedades crónicas.
"La encontré muy bien preparada. 'Estoy lista', me dijo con una sonrisa. Le di un saludo de Francisco. Ella decía que volvió a la fe después de reconciliarse con él", manifestó Fernández en su cuenta oficial de Twitter.
En 2016, el papa Francisco ordenó la desclasificación de los archivos de la Iglesia sobre el período 1976-1983, constituidos en su mayoría por cartas de familiares en busca de ayuda, así como respuestas y gestiones realizadas por la institución.
Diferentes organizaciones sociales, entre ellas las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo, que cifran en 30.000 los desaparecidos durante el terrorismo de Estado, habían pedido al pontífice en distintas reuniones la apertura de los archivos vaticanos para poder consultar estos documentos.
Bonafini, que habría cumplido 94 años el próximo 4 de diciembre, presidía desde 1979 una de las facciones de la organización integrada por madres que perdieron a sus hijos durante la dictadura.
El Gobierno decretó tres días de luto nacional por el fallecimiento de la activista.